Audiolibros: estiman que en menos de una década todas las voces serán sintéticas
La inteligencia artificial revoluciona este sector, abaratando costos y ampliando el mercado, pero preocupa a los narradores profesionales humanos.
13/05/2025 | 09:40Redacción Cadena 3
Las voces que narran audiolibros hoy suenan tan humanas que cuesta distinguir si detrás hay una persona o una máquina. La dicción, el ritmo y las pausas son impecables, pero muchas de estas grabaciones no provienen de un estudio con un narrador profesional, sino de una inteligencia artificial (IA). Este avance tecnológico está transformando la industria de los audiolibros, permitiendo a editoriales producir contenido a una fracción del costo tradicional, pero también genera inquietud entre los locutores, cuyos ingresos se ven amenazados.
En España, el mercado de audiolibros aún es pequeño, con unos 30.000 a 40.000 títulos en castellano, comparados con los 700.000 en inglés. Sin embargo, está creciendo rápidamente: según Demarque, el sector creció un 40% en 2024. La mayoría de los usuarios (80%) prefiere suscripciones, mientras que el resto opta por compras individuales o préstamos bibliotecarios, que aumentaron un 16% el último año.
La IA está impulsando esta expansión. Empresas como Ediciones Urano, liderada por Joaquín Sabaté, han desarrollado tecnología propia para crear audiolibros en tan solo un día y medio, frente a las semanas que requiere una grabación tradicional. El costo también es un factor clave: producir un audiolibro de 380 páginas con un narrador humano puede costar entre 3.500 y 5.000 euros, mientras que con IA se reduce a 200 o 300 euros. "La IA está democratizando el acceso a los audiolibros, permitiendo a pequeños editores sumarse a esta tendencia", asegura Sabaté. Para los oyentes, esto significa más opciones de contenido, como destaca Javier Celaya, experto en podcasts y audiolibros: "Como consumidor, tengo más acceso a información y entretenimiento que nunca gracias a la IA".
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Sin embargo, no todos celebran este cambio. Narradores profesionales como Antonio Abenojar, con 40 años de experiencia, han visto sus ingresos caer un 50% en los últimos años. "La IA se está llevando todo lo que no requiere un componente emocional", lamenta Abenojar, quien ahora se enfoca en documentales, un nicho aún dominado por voces humanas. Idoia Cantolla, de VoicepoweredAI, coincide: "Las voces sintéticas han mejorado mucho en los últimos dos años, pero en géneros como la ficción, donde se necesita pasión, las voces humanas seguirán siendo preferidas". Estudios de mercado sugieren que los oyentes de ensayos son menos exigentes con el tipo de narrador, lo que impulsa el uso de IA en este segmento.
Plataformas como Storytel están aprovechando la IA para ofrecer experiencias personalizadas, como su función Voice Switcher, que permite cambiar entre voces sintéticas y humanas. "Esto ayuda a retener a los usuarios que abandonan un libro por no conectar con el narrador", explica Maribel Riaza, de Storytel. Sin embargo, el auge de las voces sintéticas también plantea dilemas éticos. Algunos editores ocultan el uso de IA, e incluso atribuyen nombres humanos ficticios a estas voces, lo que ha generado críticas. Felipe Garrido, locutor, denuncia: "Es una falta de transparencia que priva al consumidor de saber si escucha una voz artificial".
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En respuesta, la Publishers Association del Reino Unido ha creado una guía para etiquetar audiolibros narrados por IA, diferenciando entre voces sintéticas y réplicas autorizadas. En España, sin embargo, muchas empresas evitan señalar el uso de IA por temor a que los consumidores perciban sus productos como de menor calidad. Esto podría cambiar pronto: un anteproyecto de ley en consulta pública obligará a marcar claramente los contenidos generados por IA, con multas por incumplimiento.
Grandes plataformas como Audible, de Amazon, ya están implementando estas prácticas, identificando claramente sus títulos narrados por IA y explorando alianzas con editoriales en varios países, incluyendo España. Además, surgen iniciativas para proteger los derechos de los narradores, como la agencia de voces clonadas de Ediciones Urano, que permite a profesionales ceder sus voces a cambio de regalías, garantizando trazabilidad y uso ético.
El futuro de los audiolibros parece estar dominado por la IA. Celaya predice que, para finales de la década, las voces sintéticas superarán a las humanas, especialmente en mercados maduros como el anglosajón. Aunque las voces humanas seguirán teniendo un lugar en productos premium, la IA está redefiniendo el acceso al audio, para bien o para mal. ¿Estamos ante una revolución que enriquecerá el mercado o ante el fin de una profesión?