Iván Pavlovsky: "Ver a los rescatistas fue emocionante"

El vocero presidencial Iván Pavlovsky, que integraba la comitiva que viajaba en el helicóptero que debió aterrizar de emergencia en la zona montañosa de Andalgalá, Catamar, aseguró a Cadena 3 que "ver a los rescatistas fue uno de los momentos más emocionantes" y brindó detalles sobre cómo fue la noche que pasaron a la espera del operativo de rescate.

"El aterrizaje no fue de emergencia porque siempre estuvo controlado y decidido por el capitán de la aeronave. Lo primero que se hizo fue quedar al mando de las Fuerzas Armadas que nos dieron buzos y guantes y usábamos las remeras de bufanda", explicó.

"Estábamos la mayoría del tiempo cuerpo a cuerpo para mantener el calor y prendíamos la calefacción cada dos horas", detalló.

Según explicó el vocero, el trabajo del equipo de rescate "fue de un profesionalismo increíble".

"Ellos habían tenido muchos problemas para subir por el tema de la nieve. También teníamos un horario tope para bajar", aclaró y detalló "nosotros éramos una carga porque estábamos de zapatos de oficina, no conocíamos la zona y muchos comenzaban a tener apuntamiento".

"Cuando aparece el helicóptero de rescate, el lugar era muy chiquito para aterrizar. Bajamos alimento y bebidas y decidieron que los siete que éramos un estrobo subiéramos. Pero cuando volvieron a buscar a los otros, no había espacio para bajar y ellos tuvieron que hacerlo a pie", detalló.

El sábado al arribar al aeroparque metropolitano de Buenos Aires, Pavlovsky había relatado que la noche fue "muy fría, no tenían alimentos, ni agua, ni vestimenta porque las valijas iban en el vuelo del Presidente (Mauricio Macri)".

Sobre el aterrizaje imprevisto, contó: "Estábamos viajando de Cachi a Termas, en el helicóptero de la Fuerza Aérea. Cuando el capitán intenta bajar en Termas se encuentra con que había una capa de nieve y no podía aterrizar; intentamos desviarnos al aeropuerto de Santiago, tampoco pudimos entrar y ya cuando estábamos con combustible escaso tomó la decisión de volver a la montaña que habíamos pasado, los cerros del Aconquija, y buscar un claro para aterrizar".

"La noche fue muy, muy fría. Teníamos poca gasolina por eso cada dos horas, cuando teníamos mucho frío y estábamos algunos cerca de la hipotermia se prendía (la calefacción) por espacio de 10, 15 minutos, la dejábamos descansar, por eso tirábamos por espacio de 15 minutos más, media hora y a las dos horas volvían a encender la calefacción", añadió.

Sobre la experiencia remarcó que "lo primero que uno hace es pensar en sus seres queridos; era imposible dormir". "Se hizo de noche a las 18 horas y se vio la luz a las 8. La noche se hizo eterna", acotó.

Entrevista de Luis Fernández Echegaray.

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