Denuncian el extravío de 600 horas de escuchas del Clan Ale
Manuel Pedernera, representante de Hernán Lazarte, señaló a Cadena 3: “Esto es de una gravedad inusitada: hablamos de la destrucción de la cadena de seguridad". Se trata de entre 70 y 80 CDs.
29/09/2017 | 07:07Redacción Cadena 3
Manuel Pedernera, representante de Hernán Lazarte, uno de los imputados en el juicio contra el Clan Ale, manifestó a Cadena 3 su preocupación por la desaparición o el extravío de pruebas.
Se trata de entre 70 y 80 CDs que contienen grabaciones de las escuchas telefónicas que se les hicieron a los imputados durante la etapa de instrucción, lo que corresponde a 600 horas de escucha.
“Esto es de una gravedad inusitada porque estamos hablando de la destrucción de la cadena de seguridad que debe mediar en la prueba que se ha recolectado que habla de 70 a 80 CDs que encierran más de 600 horas de escuchas telefónicas. Esto implica la imposibilidad de controlar estos elementos de prueba que han sido, de alguna manera, supuestamente extraviados. No queremos pensar que hayan sido sustraídos", dijo.
El abogado, explicó que “se ha dispuesto por el tribunal iniciar una pronta búsqueda y que después de un tiempo, si no hay respuestas, esperamos se inicie una investigación apropiada por parte de la justicia penal porque estamos ante un hecho de una gravedad inusitada que no puede quedar impune”.
Pedernera recordó que "son cuatro años de proceso y de personas que están privadas de la libertad. De todos modos yo soy muy confiado del accionar de la justicia".
Finalmente, el letrado indicó que espera que se remedie pronto esta situación para “poner fin a este largo proceso que está pobre de pruebas como para pedir una sentencia de declaración de responsabilidad de condena, que creo que es más para una sentencia absolutoria que para otra cosa".
La presunta banda criminal encabezada por los hermanos Rubén "La Chancha" Ale y Ángel "El Mono" Ale y María Jesús Rivero (ex esposa del primero) enfrenta cargos por presunto lavado de activos provenientes de distintas actividades ilícitas, incluida la trata de personas con fines de explotación sexual.
También se los acusa de presunta producción y comercialización de drogas ilegales, tenencia ilegítima de armas de fuego y cobro extorsivo de acreencias propias y de terceros.
Junto a los hermanos Ale y a Rivero están siendo juzgadas otras 13 personas que, con distinto grado de responsabilidad, participaron de las actividades ilícitas que habría desplegado la presunta banda.