Artémides Zatti: legado de servicio y dedicación del primer santo de Francisco
El homenaje al primer laico argentino canonizado por el Papa Francisco se realizó en la parroquia Espíritu Santo. Destacados invitados relatan la vida y obra de Zatti, símbolo de dedicación a los enfermos.
03/08/2025 | 14:32Redacción Cadena 3
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Rony en Vivo
Este sábado,en la parroquia Espíritu Santo del Cerro de las Rosas, en Córdoba, se llevó a cabo un homenaje a San Artémides Zatti, el primer laico argentino canonizado por el Papa Francisco. Zatti fue reconocido por su dedicación al servicio de los enfermos y necesitados en Viedma, Río Negro.
El evento contó con la presencia del periodista Martín Marín, autor del libro y del documental "El mensaje de Zatti vive!", galardonado con el Martín Fierro, y de Ana María Zatti, sobrina bisnieta del santo quienes visitaron los estudios de Cadena 3 y dieron relataron la creación del documental y la presentación del libro sobre el santo argentino.

Artémides Zatti, nacido en Italia en 1880 y fallecido en Argentina en 1951, fue un enfermero y religioso salesiano que dedicó cincuenta años de su vida a la atención de los pobres y enfermos en Viedma. Allí, dirigió uno de los primeros hospitales de la Patagonia, que actualmente lleva su nombre. En 2002, fue declarado beato por la Iglesia católica y fue canonizado en 2022 por el Papa Francisco.
La historia de Zatti comenzó el 12 de octubre de 1880 en Boretto, Reggio Emilia. Desde temprana edad, enfrentó la dureza de la vida, trabajando como peón a los nueve años. En 1897, su familia emigró a Argentina, estableciéndose en Bahía Blanca. Artémides comenzó a asistir a la parroquia de los Salesianos, donde su director espiritual, el padre Carlos Cavalli, lo orientó hacia la vida salesiana. A los 20 años, ingresó al aspirantado de Bernal.
Durante su formación, Zatti contrajo tuberculosis y se recuperó en la Casa salesiana de Viedma, donde conoció al padre Evasio Garrone, un enfermero salesiano que lo invitó a rezar a María Auxiliadora por su curación. Zatti prometió dedicarse a los enfermos si lograba sanar. Tras su recuperación, expresó: “Creí, prometí, curé”.
Con un claro propósito, Zatti aceptó la renuncia al sacerdocio y se consagró como hermano coadjutor. Emitió su primera Profesión el 11 de enero de 1908 y la Perpetua el 8 de febrero de 1911. Cumpliendo su promesa, se dedicó al hospital, comenzando en la farmacia. Tras la muerte del padre Garrone en 1913, asumió toda la responsabilidad del hospital como vicedirector, administrador y enfermero, ganándose el aprecio de la comunidad.
Su labor no se limitó al hospital, sino que se extendió a toda la ciudad y a localidades cercanas como Viedma y Patagones. Zatti se movilizaba a cualquier hora del día o de la noche en caso de necesidad, lo que le valió una gran fama como enfermero en el sur del país, atrayendo a enfermos de toda la Patagonia.
Su amor por los enfermos era notable; los veía como representaciones de Jesús. Cuando solicitaba ropa para los recién llegados, preguntaba: “Hermana, ¿tiene ropa para un Jesús de 12 años?”.
Fiel al espíritu salesiano y al lema de Don Bosco, “Trabajo y Templanza”, Zatti trabajó incansablemente, sin tomarse vacaciones ni descanso. En 1950, sufrió una caída que reveló síntomas de cáncer, aunque continuó con su labor durante un año más. Finalmente, el 15 de marzo de 1951, falleció rodeado del cariño y gratitud de la comunidad, tras haber aceptado su sufrimiento con heroísmo.
Entrevista de Rony en Vivo




