Qué hacemos con las clases en días de frío extremo
27/05/2024 | 09:04Redacción Cadena 3

Quiero compartir con ustedes una preocupación creciente en nuestra comunidad. Hemos estado viviendo un otoño con temperaturas de invierno, y muchas personas están lidiando con afecciones respiratorias debido al frío intenso. En este contexto, la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) ha revelado datos alarmantes sobre las condiciones en nuestras escuelas.
Según la UEPC, el 60% de las aulas no tienen calefacción y el 80% de las escuelas no tienen acceso al gas. Además, el 78% de los colegios relevados carecen de instalaciones eléctricas adecuadas para soportar aparatos como caloventores. Este relevamiento fue realizado por la UEPC en más de 350 escuelas y establecimientos educativos.
Franco Boczkowski, secretario general del gremio en la capital cordobesa, describió esta situación como crítica. Según los datos recogidos por su equipo, al menos el 38% de las escuelas tienen cinco aulas donde faltan vidrios o cuyas aberturas están rotas.
Estos hallazgos han generado un amplio debate entre nuestros oyentes. Algunos argumentan que nunca tuvieron calefacción en sus aulas y que eso no les causó ningún problema; otros sostienen que estas condiciones exponen a docentes y estudiantes a enfermedades innecesarias.
La pregunta es: ¿deberíamos estar satisfechos con comparar nuestras escuelas actuales con las del pasado? ¿O deberíamos aspirar a mejorar, a evolucionar, a garantizar que nuestros niños y niñas estudien en condiciones óptimas?
Me resisto a aceptar que nuestras escuelas deban permanecer en el mismo estado que hace 40 años. Las enfermedades han evolucionado, así como las condiciones de vida. Es hora de dar un paso adelante y adaptarnos a los tiempos actuales.
Algunos oyentes han planteado la posibilidad de cambiar el horario escolar para proteger a los niños del frío intenso. Esto podría ser una solución temporal, pero no resuelve el problema fundamental: la falta de infraestructura adecuada en nuestras escuelas.
Es inaceptable que algunas escuelas carezcan incluso de vidrios en las ventanas. El Ministerio de Educación debe tomar medidas urgentes para solucionar este problema grave.
La educación es un derecho fundamental y nuestros niños merecen aprender en un ambiente seguro y confortable. Es hora de dejar atrás las comparaciones con el pasado y centrarnos en cómo podemos mejorar las condiciones educativas para nuestras futuras generaciones.