Cristina Fernández tiene razón
Por Adrián Simioni.
21/06/2022 | 12:23Redacción Cadena 3
Cristina Fernández dejó ayer otro de sus largos discursos plagados de chicanas, indirectas, medias mentiras y medias verdades.
Ahora, entre tanto fárrago señaló algo obvio, pero con lo que todo el mundo se hace el tonto. Y es lo siguiente: cuanto más empleo hay, más planes sociales hay. Marcó que todo empezó con los planes Jefes y Jefas del duhaldismo, dijo que en su gestión bajaron (aunque en realidad se sustituyeron y se incrementaron con muchos otros subsidios) y terminó con el planteo, a mi juicio, clave: “Hoy tenemos 7% de desocupación pero tenemos 1.300.000 planes. Hay algo que va a haber que revisar porque con esa desocupación del 7% deberíamos tener menos planes sociales”.
Claro, es una más de las extravagancias argentinas. Tiene razón Cristina: ¿cómo puede ser que haya tantos planes y piqueteros si la desocupación es tan baja?
La cuestión debería asombrarnos. Pero no nos asombra. Y parece que tampoco lo queremos saber.
Tal vez nadie quiere encontrar un dato desagradable: y es que, en realidad, muchísimos de quienes cobran un plan, trabajan. Y el Estado, quebrado e inflacionario, debería ahorrarse ese subsidio o reformarlo. Por ejemplo, es el único subsidio por desempleo del mundo que se da sin término, no termina nunca. No hay ningún partido político que plantee estas cuestiones. Es demasiado incómodo. Nadie quiere quedar mal.
Ni siquiera Cristina, que ayer tiró el tema pero no avanzó en esta cuestión espinosa. Porque no es que, de pronto, a Cristina le interese recortar ninguno de los subsidios pobristas y clientelares que ella justificó como nadie con el relato K. Su interés es más de corto alcance: quitarles los planes a las organizaciones piqueteras de izquierda y del albertismo, como el Movimiento Evita, y pasarles ese poder de reparto a los intendentes del Conurbano que hacen campaña por ella y a su delfín y candidato a la reelección en el conurbano, Axel Kicillof.
Lo cierto es que Cristina señaló una más de las extravagancias argentinas. Ahora esperemos que se anime y ayude a terminar con esta anomalía que ella misma contribuyó a crear.




