Preocupante aumento de inflación en EE.UU. en mayo y caída en los gastos de los consumidores

WASHINGTON (AP) — En mayo, un indicador clave de inflación mostró un incremento, evidenciando que los precios continúan elevados. Además, los consumidores disminuyeron sus gastos, marcando un cambio significativo en sus hábitos de consumo.

Según el Departamento de Comercio, los precios subieron un 2,3% en comparación con el año anterior, superando el 2,1% registrado en abril. Al excluir los volátiles costos de alimentos y energía, se observó que los precios subyacentes aumentaron un 2,7% en relación con el año anterior, ligeramente más que el incremento del 2,6% del mes anterior. Ambas métricas superan el objetivo del 2% establecido por la Reserva Federal, que sigue de cerca la inflación subyacente como una mejor referencia para las tendencias en la economía.

Simultáneamente, se registró una disminución del gasto total en un 0,1% por parte de los consumidores, marcando el primer descenso desde enero. Además, los ingresos también disminuyeron en un 0,4%. Este fenómeno se atribuye a cambios específicos: la caída en el gasto en automóviles, impulsada por la compra anticipada de vehículos, para evitar aranceles.

El descenso en los ingresos se debió a un ajuste único en las prestaciones del Seguro Social que incrementó los pagos en marzo y abril. Estos aumentos beneficiaron a algunos jubilados que trabajaron en gobiernos locales y estatales.

A pesar de esto, datos recientes indican que el crecimiento de la economía se afianza mientras los ciudadanos controlan sus gastos. Parte de esta tendencia se debe a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, que elevaron los precios de ciertos bienes, como herramientas y electrodomésticos. La confianza del consumidor ha caído significativamente este año debido a la caótica implementación de estos aranceles. Aunque la tasa de desempleo se mantiene baja, la creación de empleo ha sido débil, lo cual dificulta la inserción laboral de quienes se encuentran sin trabajo.

A lo largo del año, el gasto del consumidor creció apenas un 0,5% en los primeros tres meses y se mantuvo lento en los primeros meses del segundo trimestre.

“Los consumidores se están viendo presionados ante el aumento de precios, lo que ha llevado a una reducción en sus gastos en actividades recreativas, viajes y alojamiento”, señaló Luke Tilley, economista jefe de Wilmington Trust.

Los gastos en tarifas aéreas, restaurantes y hoteles disminuyeron el mes pasado, de acuerdo con los datos presentados el viernes pasado.

Los últimos números sugieren que los aranceles de Trump siguen teniendo un efecto modesto, ya que el costo elevado de algunos bienes se ha compensado con la baja en precios de automóviles nuevos, tarifas aéreas y alquileres, entre otros productos. En relación a mayo, la inflación se mantuvo moderada, con un aumento del 0,1% respecto a abril, mientras que los precios subyacentes crecieron un 0,2%, superando las expectativas de los economistas.

Varios factores explican por qué los aranceles no han acelerado la inflación, a como muchos analistas preveían. Tanto empresas como consumidores importaron bienes a gran escala antes de que los aranceles se implementaran completamente. Los productos que actualmente se encuentran en las tiendas a menudo fueron importados sin pagar aranceles adicionales.

Sin embargo, comienzan a surgir señales de que esta situación podría cambiar. Nike anunció que el impacto de los aranceles podría costarle a la empresa hasta 1.000 millones de dólares a lo largo del año, y se prevé un aumento más dirigido de precios en otoño. Walmart también alertó que los consumidores podrían ver aumentos en los precios a medida que las compras para el regreso a clases se intensifiquen.

Además, gran parte de las importaciones en EE.UU. incluye materias primas y componentes utilizados para fabricar bienes. Esto significa que podría llevar tiempo para que el incremento de los costos de esos insumos se traduzca en precios más altos para los consumidores. Algunos analistas de JPMorgan argumentan que muchas empresas están absorbiendo el costo de los aranceles por ahora, lo que podría afectar sus márgenes de ganancias y, potencialmente, la contratación de personal.

La desaceleración de la inflación ha puesto a la Reserva Federal y su presidente, Jerome Powell, bajo el escrutinio público. La Fed aumentó su tasa de interés a corto plazo en 2022 y 2023 para controlar la inflación, que había alcanzado niveles máximos en cuatro décadas. Ahora que el incremento de precios está nuevamente cerca del objetivo de la Fed, algunos economistas y funcionarios de la institución sugieren que podría ser conveniente reducir las tasas a un nivel que ni frene ni impulse el crecimiento económico.

Trump ha criticado a la Fed por no reducir las tasas, calificando a Powell de “tonto” y “necio”. No obstante, el presidente de la entidad monetaria, en su testimonio ante el Congreso, afirmó que es preferible observar la evolución de la inflación y la economía antes de considerar un recorte en las tasas. La mayoría de los demás funcionarios de la Fed comparten esta posición.

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Esta información fue traducida del inglés por un editor de AP y fue complementada con asistencia de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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