Los estadounidenses buscan ver en el papa León XIV a un hombre común de Chicago
Un fenómeno cultural se desata en EE.UU. a raíz del papa León XIV, quien es presentado como una figura cercana. Esta percepción ha generado una serie de reacciones entre los analistas de la cultura popular.
19/05/2025 | 21:51Redacción Cadena 3
WASHINGTON (AP) — La semana pasada se hizo evidente que un fenómeno singular estaba sucediendo. Comenzó a circular un video apócrifo de una mujer que supuestamente hablaba de una “relación casual” que tuvo con Robert Prevost, el nuevo pontífice estadounidense, cuando él era un ciudadano común de Chicago.
La empresa de tarjetas Topps lanzó un nuevo producto del papa León XIV, que fue ampliamente publicitado en eBay. También han surgido historias sobre su preferencia por los Medias Blancas de Chicago y se lo ha visto en el público durante la Serie Mundial de 2005. Después de algunas especulaciones en redes sociales sobre si preferiría un sándwich de carne o un hot dog, un famoso restaurante local, Portillo’s, decidió rendirle homenaje con un sándwich que combina carne italiana sazonada, salsa espesa y la “santísima trinidad de pimientos”.
Un video de Instagram se volvió viral, en el que dos hombres discutían cómo la crianza de Prevost influye en su carácter: “El papa proviene de la zona centro-norte de Estados Unidos. El pan y el vino se han transformado en queso y cerveza”, afirma uno de ellos. Su compañero añade: “Ahora las canastas de limosna aceptan efectivo de Kohl’s”, haciendo alusión a un conocido programa de recompensas.
Sin embargo, no es correcto pensar que Prevost, quien era llamado Bob, sea un ciudadano común y corriente de Chicago. La intensa atención the media ha trascendido hacia sus gustos, como sus preferencias alimenticias que incluyen referencias humorísticas acerca de la hostia al estilo de pizza de Chicago. La cultura popular lo presenta con un perfil muy accesible mientras que proliferan rumores y videos de él comentando sobre deportes y la política estadounidense.
¿Por qué esta necesidad de los estadounidenses de vincularse con el líder de la Iglesia católica, haciendo énfasis en su origen norteamericano? Parte de ello proviene de un sentido de orgullo, pero también refleja la compleja relación del país con la fama y el poder, principios que van de la mano con las raíces de la nación.
Una búsqueda del “tipo común” en la cultura estadounidense
Desde su independencia en 1776, Estados Unidos rechazó a la realeza británica y sus atavíos, y en su lugar impulsó la idea de la democracia y del hombre común. A lo largo de los años, personajes como Abraham Lincoln se convirtieron en íconos del pueblo estadounidense. La narrativa del “hombre común” ha sido venerada, incluso durante gobiernos, como el de Andrew Jackson, en donde este concepto floreció
David Gibson, director del Centro de Religión y Cultura de la Universidad de Fordham, explica: “Nuestra cultura es un constante rechazo a la monarquía y sus distinciones, aunque a su vez adoramos a aquellos que consideramos distantes y superiores”. La atracción hacia figuras como el papa León XIV se mezcla con la necesidad de identificación y conexión personal.
Esta reivindicación del ideal del hombre común se reafirma en cada nueva figura pública que emerge. En los candidatos presidenciales, por ejemplo, se nota porque siempre buscan proyectar una imagen accesible, como Ronald Reagan o Bill Clinton, quienes ascendieron al poder utilizando estos ideales.
La entrada al público de los cardenales estadounidenses tras la asunción de León XIV dejó en claro este enfoque: se eligieron temas musicales populares, como “American Pie” y “Born in the USA” de Bruce Springsteen, en lugar de música sacra, para enfatizar el mensaje de que él no es un papa “de la costa este”.
John Baick, historiador estadounidense, enfatiza que Prevost representa una conexión con valores profundamente arraigados en la cultura popular de Estados Unidos, haciendo hincapié en que su imagen evoca la ética del trabajo duro y respeto en la región centro-norte del país.
A pesar de esta construcción social de un papa cercano, existen retos. Robert Prevost es tanto una figura familiar como un líder religioso en una iglesia de 1.400 millones de miembros, lo que genera expectativas de moralidad y obligación hacia su papel. La noción de que es un amigo o vecino puede llevar a desilusión en el ámbito espiritual, tal como advierte Gibson: “El papa no es tu amigo. No se sentará a tomar una cerveza contigo. Si se percibe así, es posible que siente desagrado cuando te recuerde tus obligaciones religiosas”.
Este nuevo capítulo para la Iglesia Católica está moldeado por las expectativas de los estadounidenses por una figura a la que quieren relacionar con un sentido de cercanía, a pesar del abismo cultural que representa su posición.
[Fuente: AP]