La presidenta de la Comisión Europea enfrenta moción de censura en el Parlamento

BRUSELAS (AP) — Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, acusó a sus oponentes políticos de propagar teorías conspirativas en su contra y sobre la gestión de la pandemia de COVID-19. Esto sucedió el lunes, mientras se preparaba para una inusual votación de censura en la que podrían decidir su futuro político.

La titular de la Comisión Europea señaló que el grupo de legisladores de extrema derecha que ha impulsado la moción en su contra busca fomentar divisiones dentro de los partidos proeuropeos del Parlamento Europeo.

“No podemos permitir que los extremistas reescriban la historia”, afirmó von der Leyen durante una sesión plenaria en Estrasburgo, Francia.

La moción de censura, que se presentará para votación el jueves, incluye varias acusaciones contra ella. Entre estas se destaca el envío de mensajes de texto privados con el CEO de Pfizer, el uso indebido de fondos de la UE y la supuesta interferencia en elecciones alemanas y rumanas. Por su parte, von der Leyen lideró la compra de vacunas para cerca de 450 millones de europeos durante la crisis sanitaria.

Para que la moción de censura sea aprobada, se necesita una mayoría de dos tercios en la votación. Aunque todo indica que von der Leyen podría salir airosa, una derrota podría obligarla a dimitir.

Gheorghe Piperea, un legislador rumano y promotor de la moción, acusó a von der Leyen de tergiversar los hechos y de intentar evadir la supervisión del Parlamento Europeo. “El proceso de toma de decisiones se ha vuelto opaco y discrecional, lo que genera temores de abuso y corrupción”, advirtió Piperea.

Respondiendo a estas acusaciones, von der Leyen señaló que las afirmaciones de Piperea provienen de “un manual de extremistas” que busca polarizar la sociedad y socavar la confianza en la democracia, llevando a cabo aseveraciones erróneas sobre interferencias electorales y tratando de modificar la narrativa del exitoso manejo de la pandemia por parte de Europa.

Esta moción es un claro indicativo del creciente descontento hacia von der Leyen y su círculo cercano. Proveniente del Partido Popular Europeo (PPE), el bloque más grande en el Parlamento, la líder se encuentra en una encrucijada entre sus aliados y la construcción de consensos en un ambiente político cada vez más desgastado.

Otros grupos proeuropeos han criticado al PPE por su acercamiento a partidos de extrema derecha, lo que generó un descontento interno. Iratxe García Pérez, líder de los Socialistas y Demócratas (S&D), calificó la moción de censura como resultado de la irresponsabilidad del PPE, aunque su grupo no votará en contra de von der Leyen.

También se hizo referencia a la relación del PPE con la extrema derecha, cuando Bas Eickhout, un legislador de los Verdes, expresó que el PPE “está alimentando a esa bestia, y esta los devorará en algún momento”.

Previo a esta votación, esta situación recuerda el caso de 1999, cuando la Comisión Europea, bajo la dirección de Jacques Santer, se vio obligada a dimitir tras ser acusada de fraude y mala administración. La incertidumbre persiste en torno al futuro de von der Leyen y su capacidad para mantenerse al frente de un organismo que enfrenta crecientes expectativas y presiones.

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