Aunque lo vea, no lo crea

María Rosa Beltramo

En la misma semana que supimos que era un albañil que había consumido hongos alucinógenos el que fabricó, con inteligencia artificial, el camperón blanco que tan bien le sentaba al papa Francisco, otra fotografía, esta vez de una mujer con un sugerente atuendo blanco, estuvo en el centro de la atención de todos los grandes medios.

También en este caso, al igual que ocurrió con el inusual abrigo de Bergoglio, a nadie se le ocurrió cuestionar lo que estaba viendo. No importa lo que suceda, sigue siendo una verdad indiscutida aquello de que una imagen vale por mil palabras.

Y convengamos que la elección de vestuario papal era un tanto extraña pero no tenía nada de polémico; en cambio, la otra foto, mostraba a Marlene Schiappa, integrante del gabinete del gobierno francés, en una pose sugerente, con un escote demasiado generoso y, encima, tatuado sobre su pecho izquierdo el número 49.3

Esta foto era, supuestamente , un anticipo de PlayBoy, revista que durante 15 días se promocionó en París con la nota a Schiappa, dirigente feminista e integrante de un gobierno al que buena parte de la sociedad responsabiliza de las protestas que tienen al país al borde del estallido después de que Emmanuel Macron metiera mano en las leyes previsionales y demorara el acceso a la jubilación.

“Las mujeres en Francia somos libres” tuvo que recordar Schiappa cuando reivindicó su derecho a aparecer en la publicación que fundó Hugh Hefner en los lejanos 50 y que ha merecido el repudio del feminismo por el trato que siempre le ha dispensado a la mujer.

Un vocero de la funcionaria negó que Marlene hubiera posado como la mostraba la foto pero nadie le hizo caso. PlayBoy tampoco dijo nada, pero la imagen puso a trabajar a los sabuesos del equipo de verificación de la AFP.

Ellos estaban seguros de que había gato encerrado sobre todo por el detalle del famoso numerito 49.3 que es el artículo constitucional que le permitió al presidente francés aprobar por decreto la reforma de las pensiones.

Y efectivamente, se trataba de un montaje y esta vez no se usó inteligencia artificial, sino la capacidad de una persona. En un banco de imágenes encontraron a la chica que posó para la instantánea que figura descripta como “mujer sexy con una malla blanca que posa sentada en una silla” y fue tomada el 24 de junio de 2020 y subida el 16 de diciembre de ese mismo año. Ocurrió en Hong Kong y la autora es Koma Tang.

En definitiva, el que manipuló la imagen original para colocar en su lugar a la funcionaria fue un usuario de Twitter que se presenta en su cuenta como Jack Blag. En este caso ni siquiera se empleó la inteligencia artificial, que es el chiche de moda.

Marlene fue ministra de Igualdad durante el primer mandato de Emmanuel Macron y después ministra delegada de Ciudadanía. Es hija de un historiador y de la directora de un secundario. Estudió Geografía en La Sorbona y tiene además un diploma de comunicadora social

La nota que le dio a PlayBoy dividió aguas en el propio gobierno del que forma parte. Algunos asumieron que era una provocación aparecer en semejante revista con la gente en las calles manifestando en contra de la polémica medida adoptada por Macron. Otros, incluido el propio presidente, respaldaron la decisión de la ministra.

Al margen de lo que es una cuestión que afecta sobre todo a Francia, lo que importa es que no sólo hay que dudar de lo que se oye sino también de lo que se ve.