Kirchneristas, más pelados que Espert
09/10/2025 | 11:17Redacción Cadena 3
José Luis Espert pasó a la historia. Renunció a su candidatura, dejó la presidencia de la Comisión de Presupuestos, pidió licencia hasta el fin de su mandato y, probablemente, no vuelva a ser diputado ni a pisar la política.
Su salida, envuelta en acusaciones turbias, parece correcta: debe explicaciones, y si hay algo grave, que lo enfrente. Pero mientras Espert se va, el kirchnerismo celebra una jugada maestra. Descabezó la lista de Milei en la provincia de Buenos Aires, el distrito más importante, a días de las elecciones.
Los votantes de Milei deberán ir a las urnas con una "fotito" de un candidato que ya no está, mientras un juez electoral, puesto por el propio kirchnerismo, demora y complica la campaña libertaria. Una maniobra brillante, hay que reconocerlo. Pero, ¿Quiénes son estos que señalan con el dedo?
El kirchnerismo, de repente, se transformó en un paladín de la moral republicana. Como ese amigo que llega último a la obra, tira el último balde de mezcla y sobreactúa su esfuerzo. Ahora son "republicanos feroces", indignados por Espert, sus fueros y su falta de explicaciones.
Sin embargo, de sus diputados, 17 están procesados. Tienen un "temita" con la Justicia, mucho más grave que lo que se le achaca a Espert. Pero de eso no hablan. Nadie dice "mu". Esos 17 siguen en sus bancas, con fueros intactos, mientras el kirchnerismo bloqueó iniciativas como la Ficha Limpia, que habría impedido que alguien como Espert siquiera fuera candidato.
Y en el centro del living, un elefante gigante: Cristina Fernández de Kirchner. Condenada en dos instancias por corrupción y por liderar una asociación ilícita, hace apenas cuatro meses sus seguidores la querían como candidata al mismo lugar que ocupaba Espert. Para ellos, Cristina no es una corrupta; está "proscripta".
Usando su propio manual, entonces, Espert también estaría "proscripto", porque ni siquiera está imputado. Pero, claro, la vara no es la misma.
Máximo Kirchner, en la fila para un juicio oral por el caso Hotesur, votaba el miércoles en el Congreso sin el menor decoro. Y nadie se inmuta.
No se trata de defender a Espert. Que rinda cuentas y vaya a la Justicia. Pero la hipocresía del kirchnerismo es tóxica, perversa.
Mientras señalan a Espert, ignoran sus propios elefantes, que pasean impunes por el living. Ellos, con 17 procesados y una líder condenada, no tienen un pelo de vergüenza. Por eso digo, están todos más pelados que Espert.





