¿Por qué cada vez se lee menos en Argentina y cómo podemos revertirlo?
Chema Forte y el Dr. Enrique Orschanski analizan la caída en los índices de lectura y proponen soluciones desde la cultura, la familia y la educación.
08/07/2025 | 14:32Redacción Cadena 3
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La Argentina Posible
El tema preocupa: los índices de lectura en Argentina están lejos de ser alentadores. “Son muchos los retos que debemos afrontar, si es que queremos de verdad una Argentina posible”, afirma con énfasis el Dr. Enrique Orschanki en Cadena 3.
Aunque hay esfuerzos individuales e institucionales, no alcanzan para revertir una tendencia preocupante.
El problema está planteado: ¿leemos menos?
Según Orschanski, en Argentina se leen entre 2,5 y 5,3 libros por persona al año, muy por debajo de países como Estados Unidos, Canadá o Alemania. Aun así, sorprende un dato: el grupo etario que más lee está entre los 13 y los 29 años. Y lo hace, principalmente, por placer: el 39% prefiere novelas y cuentos; el 27%, textos históricos; y solo el 18% lo hace por obligación escolar o académica.
Otra forma de medir el hábito lector es por el tiempo semanal dedicado a leer. Aquí, Argentina promedia 5,5 horas por semana, mientras países como India o China duplican ese número.
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La tartamudez afecta al 10% de los niños y puede prolongarse hasta la adultez. Sin embargo, ejemplos del cine, la música y la política demuestran que es posible transformarla en una fortaleza.
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Durante el programa se destacaron iniciativas que vinculan la tradición oral y musical con la lectura; como el trabajo Voces de tinta, es una investigación publicada por la Universidad Nacional de La Plata sobre cultura rural, o el proyecto Atahualpa Yupanqui con los niños, desarrollado por la Universidad Nacional de Córdoba en Cerro Colorado. “Se trabajó con más de 20 escuelas del norte cordobés, se entregaron libros, se organizaron talleres con docentes…”, contó el doctor, rescatando la potencia del folclore como puente hacia la lectura.
El ejemplo español
Desde España llegan datos más alentadores. La Federación de Gremios de Editores informó que la lectura infantil creció en 2024. Los menores de 6 años leen un promedio de 2 horas y media por semana, y entre los 10 y 14 años, el 86% declara leer por placer. Sin embargo, entre los 15 y 18 años se nota un retroceso, influenciado por el peso académico y el avance del consumo digital.
La clave: empezar por casa
En este escenario, el doctor Orschanski deja una reflexión poderosa: “Padres que leen educan niños lectores”. Y para ilustrarlo, compartió una historia conmovedora: “Acompañé a un padre viudo, analfabeto y carrero, que cada noche simulaba leerles cuentos a sus hijos. Ellos, sin saber que su padre no sabía leer, valoraban ese momento. Hoy, los cuatro terminaron el secundario y quieren ir a la universidad”.
Que no sea una misión imposible educar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes. Porque leer no es solo comprender un texto. Es comprender el mundo.




