Con la elección de Robert Francis Prevost, el papado estrena el nombre de León XIV en el Vaticano
El nuevo papa optó por el nombre León XIV, siendo el primer estadounidense en liderar la Iglesia. Su elección se enmarca en una rica historia de pontífices que han dejado huella en la comunidad católica.
08/05/2025 | 14:32Redacción Cadena 3
En un hecho histórico, el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost fue elegido como el nuevo papa, adoptando el nombre de León XIV. Este evento marca el comienzo de su pontificado y representa un regreso a una de las tradiciones más arraigadas de la Iglesia. Así, el Vaticano revive un legado que ya han llevado trece papas de la misma denominación, algunos célebres por su profundización en cuestiones doctrinales y otros, por su breve pero tumultuosa gestión.
De acuerdo con fuentes de Noticias Argentinas, el papa Prevost eligió el nombre de León XIV en homenaje a San León Magno, que es símbolo de fortaleza doctrinal y liderazgo espiritual. Su elección resuena profundamente en la historia papal y conlleva una gran responsabilidad ante los desafíos actuales que enfrenta la Iglesia.
San León Magno, conocido como uno de los más influyentes pontífices, ocupó el trono de San Pedro entre los años 440 y 461. Bajo su mando, se consolidó el primado romano y se logró frenar las incursiones de Atila el Huno, convirtiéndose en una figura clave en la historia del cristianismo.
León II, por su parte, tuvo un papado muy breve entre 682 y 683, aunque fue fundamental al confirmar el Tercer Concilio de Constantinopla, centrando sus esfuerzos en asuntos doctrinales. En el siglo VIII, León III (795-816) coronó a Carlomagno como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, fortaleciendo así la conexión entre la Iglesia y el poder temporal.
Durante el papado de León IV, que se desarrolló entre 847 y 855, Roma fue fortificada contra las incursiones sarracenas, y se desarrollaron importantes obras arquitectónicas, como la construcción de la ciudad leonina. Otros papas, como León V, que solo ocupó el cargo por un mes, y León VI, quien gobernó por siete meses, vivieron tiempos de inestabilidad política.
León VII fue significativo en la promoción de reformas benedictinas y en un retorno a la austeridad monástica. En contraste, León VIII fue considerado antipapa por la imposición del emperador Otón I, lo que cuestionó su legitimidad.
El siglo XI trajo consigo a León IX, quien se destacó por sus esfuerzos reformistas y por el combate contra la simonía y el nicolaísmo, marcando el inicio del Cisma de Oriente.
Avanzando en la historia, León X, de la familia Medici, fue un papa influyente en la era del Renacimiento y se le conoce por excomulgar a Lutero y confrontar el inicio de la Reforma protestante. León XI tuvo un breve pontificado de solo 27 días en 1605, mientras que León XII, con un enfoque conservador, luchó contra la masonería.
Finalmente, León XIII, conocido por modernizar la Iglesia a través de la promulgación de la encíclica Rerum Novarum, dirigió su papado con una visión de renovación y compromiso social. Ahora, con la elección de León XIV, el cardenal Prevost busca continuar con el legado de liderazgo y compromiso espiritual que caracterizó a sus predecesores.
León XIV no solo representa al primer papa estadounidense, sino que también simboliza un nuevo comienzo y esperanza en un momento crítico para la Iglesia y sus fieles.