La clase media sumó más de 7,5 millones de personas en un año
07/08/2025 | 11:12Redacción Cadena 3
Un reciente informe de la consultora LCG, basado en datos del Indec, reveló que en el primer trimestre de 2025 la clase media argentina creció en 7,7 millones de personas, alcanzando el 39% de la población. Según el criterio utilizado, una familia es considerada clase media si sus ingresos totales oscilan entre 1,7 y 4,5 millones de pesos, es decir, entre una canasta básica total y media y cuatro veces ese valor.
Este crecimiento, que recupera niveles previos a la pandemia, podría leerse como una señal de mejora económica. Sin embargo, la realidad es más compleja y la percepción de la gente no siempre coincide con los números fríos.
La metodología, aunque objetiva, tiene limitaciones. Medir la clase media solo por ingresos es como tomar una fotografía parcial de un paisaje mucho más amplio. La inflación, que se estabilizó en los últimos meses, permitió que más hogares superen el umbral de 1,7 millones de pesos, pero esto no necesariamente se traduce en una vida de clase media. En 2012 podía comprar una moto a crédito con un ingreso mucho menor; hoy, con más de 1,8 millones, no podría hacerlo. El poder adquisitivo, no solo el monto nominal, es clave. Y aquí radica el primer problema: los criterios de medición son sensibles a los vaivenes monetarios, pero no reflejan cambios estructurales en la calidad de vida.
La clase media no se define solo por ingresos. Factores como el acceso a la propiedad, los gastos familiares, la educación de los hijos o el mantenimiento del hogar juegan un rol muy importante.
Además, la segmentación de la clase media en baja, media y alta muestra que no todos los que entran en esta categoría viven igual. Una familia con ingresos cercanos a 1,7 millones está al límite, enfrentando dificultades para cubrir necesidades básicas si no tiene propiedad o enfrenta gastos imprevistos. En cambio, quienes están cerca de los 4,5 millones tienen mayor margen, pero son la minoría. Esto lleva a otro debate: ¿deberían actualizarse los criterios de medición?
El informe también señaló que la pobreza, medida por ingresos, bajó al 31% en el primer trimestre de 2025. Esto refleja el impacto de la desaceleración inflacionaria, pero no cuenta toda la historia. Hay mejoras estructurales, como el acceso al gas natural en provincias como Córdoba gracias a los gasoductos, que no se captan en estas mediciones.
Sin embargo, también persisten problemas no cuantificados: casas que se deterioran por falta de mantenimiento, deudas acumuladas o la imposibilidad de ahorrar para imprevistos. Estos son los "costos invisibles" de ser clase media en Argentina.
Entonces, ¿Qué significa este crecimiento de la clase media? Los números son alentadores, pero la sensación en la calle es distinta. La gente no siente que su calidad de vida haya mejorado tanto como sugieren las estadísticas. La clase media no es solo un ingreso; es la capacidad de proyectar un futuro, de acceder a educación, salud y esparcimiento sin que cada gasto sea un malabar.
Mientras los indicadores monetarios sigan siendo el único lente, seguiremos viendo una clase media que crece en los papeles, pero que en la realidad lucha por no caer en la precariedad.




