El desafío de estudiar y trabajar: más de la mitad de los alumnos en Mendoza lo hace
25/08/2025 | 11:14Redacción Cadena 3
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Conciliar estudios superiores con un empleo es un reto mayúsculo para miles de estudiantes en Mendoza, donde más de la mitad de los universitarios trabajan. La dificultad de integrar horarios incompatibles impacta directamente en el desempeño académico y alarga las trayectorias educativas, especialmente en los tramos finales de las carreras.
En la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), de gestión estatal, un censo reveló que seis de cada diez estudiantes tienen empleo. De los 14.000 alumnos encuestados, el 26,6% trabaja a tiempo completo (40 horas o más semanales), el 35,7% entre 20 y 39 horas, y el 24,5% entre 4 y 19 horas. Solo un 6% dedica menos de cuatro horas semanales a su empleo.
La proporción de estudiantes trabajadores creció del 52,3% en 2022 a casi el 60% en 2024, impulsada por un contexto económico que obliga a más jóvenes a ingresar al mercado laboral o asumir tareas de cuidado.
En la Universidad Juan A. Maza, de gestión privada, el 50% de los estudiantes combina trabajo y estudio, según datos de 2024. De ellos, el 12,5% realiza tareas informales, el 22,6% trabaja a tiempo parcial, el 7,1% a tiempo completo y el 7,3% estaba desempleado el último año.
El impacto es evidente: el 57% de los estudiantes de la UNCuyo se considera atrasado en su carrera, y entre ellos, el 69,5% trabaja, frente al 43,4% de los no demorados. La diferencia es aún más marcada entre quienes tienen hijos: el 83,6% de los padres o madres estudiantes percibe demoras, frente al 54,6% de quienes no lo son.
Este fenómeno, que se repite cíclicamente, se intensifica cuando las familias enfrentan dificultades económicas, incrementando también la demanda de becas.
El especialista en educación, Alejandro Castro Santander, explicó a Cadena 3 que "en las últimas dos décadas, hay más estudiantes que optan por trabajar mientras realizan su carrera universitaria". Esta realidad se agrava cuando los estudiantes deben equilibrar el trabajo, la familia y los estudios. "No es fácil, y las dificultades aumentan cuando se tiene que afrontar la carrera y el trabajo al mismo tiempo", añade Castro Santander.
El informe también señaló que la duración de las carreras se extiende considerablemente. "Una carrera de cinco años se estira a más de 10 e incluso hasta 15 años", subrayó Castro Santander, quien mencionó que esto es especialmente evidente en casas de altos estudios como la Universidad Nacional de Cuyo.
Los estudiantes que trabajan y estudian simultáneamente reportaron que, aunque esto puede afectar su rendimiento, el empleo les ayuda a aprovechar mejor su formación.
"El 41% considera que el empleo tiene una incidencia positiva en su carrera", concluye el informe, revelando que muchos profesionales actuales pasaron por esta experiencia de combinar ambas responsabilidades.




