Jorge Macri, abandonado a su suerte
30/05/2025 | 07:17Redacción Cadena 3 Rosario
Las horas más difíciles para Jorge Macri se hacen evidentes en el escenario político actual. El intendente y jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se siente abandonado a su suerte, relegado en el PRO y afectado por el destrato del presidente Javier Milei.
Jorge Macri, quien fue intendente de Vicente López, un partido clave en el norte del conurbano, tuvo tres gestiones que le dieron predominio en la región. Su ascenso a la capital fue impulsado por su primo Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, en un intento por cerrar una alianza política.
A lo largo de los años, Jorge Macri ganó un espacio en la política, pero su salto a la ciudad lo llevó a buscar convertirse en el sucesor de Larreta. Sin embargo, su camino se complicó cuando su relación con Larreta se tornó tensa, especialmente tras el episodio de la rata en una conferencia de prensa.
La gestión de Jorge Macri ha enfrentado críticas, especialmente en términos de limpieza y mantenimiento de la ciudad. A pesar de los cambios que se han implementado, muchos cuestionan la efectividad de su administración, lo que ha contribuido a su debilitamiento político.
El destrato que sufrió de parte del presidente Javier Milei en el Tedeum del 25 de mayo sorprendió a muchos. Esta situación refleja una falta de apoyo institucional que afecta su imagen y su capacidad de gobernar, dejando a Jorge Macri en una posición vulnerable.
En la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri carece de aliados significativos, lo que plantea interrogantes sobre su futuro político. La posibilidad de reelección se vuelve incierta, especialmente con un PRO que parece haberle soltado la mano.
Las especulaciones sobre quién podría ser el candidato del PRO en la ciudad crecen. La figura de Mauricio Macri vuelve a surgir, planteando la pregunta de cuánto vale el partido sin una gestión fuerte en Buenos Aires.
La situación de Jorge Macri es un reflejo de las complejidades de la política actual, donde la soledad y la falta de apoyo institucional marcan el rumbo de los dirigentes. La incertidumbre sobre su futuro y el de su partido se mantiene en el aire.