Los cardenales argentinos que votarán para elegir al nuevo papa tras la muerte de Francisco
Cuatro cardenales argentinos participarán en el cónclave para elegir al sucesor de Francisco, quien falleció a los 88 años. Este proceso es clave para el futuro liderazgo de la Iglesia.
22/04/2025 | 17:06Redacción Cadena 3
Los cardenales argentinos que podrán votar en el cónclave que designará al nuevo Papa son Víctor Manuel Fernández, Ángel Sixto Rossi, Vicente Bokalic Iglic y Mario Aurelio Poli. Todos ellos han estado cerca de Francisco, quien falleció a los 88 años. La Iglesia ahora se prepara para activarse bajo el protocolo de Sede Vacante, que establece que el cónclave se llevará a cabo entre 15 y 20 días después del deceso del pontífice.
El primero en la lista, Víctor Manuel Fernández, de 62 años, es teólogo y actual prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Por su parte, Ángel Sixto Rossi, arzobispo metropolitano de Córdoba, de 66 años, ha sido amigo personal de Francisco y tiene una fuerte relación con la comunidad. Vicente Bokalic Iglic, de 72 años, es el arzobispo de Santiago del Estero, destacado por su labor pastoral.
Finalmente, Mario Aurelio Poli, con 77 años, es el arzobispo emérito de Buenos Aires. Él sucedió a Bergoglio en la arquidiócesis porteña y ha mostrado su compromiso con los valores que tanto defendió Francisco. Sin embargo, otros cuatro cardenales argentinos, por superar los 80 años, no podrán participar en el cónclave. Esta lista incluye a Leonardo Sandri (81), Luis Héctor Villalba (90), Luis Pastor Dri (97) y Estanislao Esteban Karlic (99).
El nuevo pontífice será elegido por al menos dos tercios de los votos de los 138 cardenales menores de 80 años que conforman el Colegio Cardenalicio. Dado que la mayoría de estos electores fueron nombrados directamente por Francisco, se anticipa que muchos compartirán su visión reformista y su enfoque de renovación dentro de la Iglesia.
Durante su pontificado, Francisco nombró a 110 cardenales, lo que impactará significativamente en la dirección futura del liderazgo eclesiástico. La comunidad católica estará atenta a este proceso decisivo que definirá el rumbo de la Iglesia en los próximos años.




