Tormenta en la AFA: ¿Puede Chiqui Tapia apelar a Messi como talismán infalible?
Messi, con su imagen impoluta, su aura de intocable, su capacidad de generar alegría y credibilidad, es un cheque al portador. ¿Puede realmente hacerlo?
02/12/2025 | 14:29Redacción Cadena 3
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Ahora país
En Argentina, algunas imágenes tienen un valor incalculable, casi mágico. Y en el contexto de la selección, hay una que se volvió un rito: la foto en rueda matera, cuidadosamente seleccionada, con "Chiqui" Tapia, Rodrigo de Paul y Lionel Messi. Hasta ahora, era un gesto previo a cada partido, un amuleto de buena suerte para la albiceleste. Pero estas semanas de tormenta sobre la AFA transforman esa imagen en un objeto casi político.
Tapia, bajo la presión de allanamientos, cuestionamientos públicos y una gestión cada vez más cuestionada, parece buscar en esa foto un escudo que lo blinde. Messi, con su imagen impoluta, su aura de intocable, su capacidad de generar alegría y credibilidad, es un cheque al portador: un gesto suyo podría lavar parcialmente la imagen de Tapia. Pero ¿puede realmente hacerlo?
El último posteo de Tapia en X, saludando al astro, a De Paul, Mascherano y al resto del plantel argentino, deja entrever un intento sutil de acercamiento. Mientras tanto, la realidad manda señales mixtas: la estatua de Messi en Mar del Plata vuelve a ser vandalizada, recordando que la admiración puede ser frágil, volátil y, sobre todo, ajena a las disputas políticas que sacuden la AFA.
El sorteo del Mundial, próximo a celebrarse en Washington, es otra prueba de fuego. Milei se bajó del evento para no vincular su imagen a la de Tapia, mientras el presidente de la AFA no se lo querrá perder. Si Messi aparece, la foto será un salvavidas para Tapia, pero incluso allí, la prudencia del jugador le permitirá mantener su independencia: cuidar su figura, inmaculada ante el caos interno, es su verdadero talismán.
Más allá de la cábala, la estrategia y la política, queda la reflexión: ningún gesto, ninguna foto, puede reemplazar una gestión transparente y sólida. Tapia podría soñar con que Messi sea su talismán infalible, pero en el fútbol argentino, la magia no alcanza cuando la tormenta es demasiado fuerte y el lodo ya salpica demasiado. Y la pelota, como diría Diego, no hay que mancharla.





