Sin plata ni plan B, ¿hay rumbo?
29/01/2024 | 18:10Redacción Cadena 3
Desde su época de columnista televisivo, cuando comenzó a tener alguna visibilidad pública, Javier Milei siempre fue un hombre sin término medio en sus definiciones.
Y las fue radicalizando a medida que escalaba en una carrera política que, al final, lo depositó en la Presidencia de la Nación.
Pero, claro, una cosa es atizar el fuego de lo extremo en un programa de televisión y generar simpatía en la audiencia que observa el juego político casi como un reality show.
Y otra es tener la responsabilidad de satisfacer a millones de personas, muy reales, muy expectantes de alguna esperanza mientras se hunden en la desazón de la crisis.
Los extremos de Milei van desde la motosierra, como símbolo de un recorte necesario, pero a veces impiadoso, del gasto público, pasando por el “no hay plata”, real muy real, hasta el último, “no hay plan B”.
Estos tres sirven de sobra de ejemplo, porque cada una en su momento tuvo un significado que fue profundizando y reforzando el diagnóstico de la crisis y el irremediable costo de la salida a flote.
Anotemos tres más de estas frases:
“Sabemos que en el corto plazo la situación va a empeorar”.
“No hay alternativa al ajuste y al shock. Impactará de modo negativo sobre la actividad, el empleo, la cantidad de pobres e indigentes. Habrá estanflación, pero no es algo muy distinto a los últimos 12 años. Este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de la Argentina”.
“Sabemos que será duro”.
Esta descripción casi apocalíptica es el cimiento del “todo o nada” con el que azuza a la oposición para que apoyen su ley ómnibus, que a fuerza de rechazo se viene desgajando (recordemos que el viernes retiraron el paquete fiscal, que era una de sus partes medulares) y ya va pareciendo un minibús.
Ahora en declaraciones al influyente diario de negocios The Wall Street Journal, Milei fue enfático: “No hay plan B para hacer las cosas bien”.
Esto es claramente la aceptación de que considera que su plan es único y, por eso, no se negocia.
¿Cuál es su lógica?
Está en la misma respuesta: “Porque si el plan B es hacer las cosas más o menos o negociar… esa es la historia de la Argentina, así estamos”.
Dios le conserve a Milei el optimismo de que su programa es la única salida. De lo contrario, estaremos navegando sin rumbo hacia la nada misma.





