Los errores y aciertos cometidos previo a las elecciones en CABA
19/05/2025 | 12:59Redacción Cadena 3

En la política, hay muchas maneras de observar los acontecimientos, pero quiero centrarme en dos perspectivas: los errores que se cometieron y el escenario que se dibuja tras las recientes elecciones en la Ciudad de Buenos Aires.
La decisión de adelantar los comicios, tomada por Mauricio Macri y Jorge Macri, terminó en un riesgo considerable. Esta jugada permitió a Javier Milei validar en las urnas un proceso que ya estaba en marcha, un proceso de transferencia de dirigentes y, sobre todo, de votos de ciudadanos que en su momento apoyaron al PRO y a la centro-derecha, pero que ahora se dirigen hacia La Libertad Avanza.
Ayer, la Ciudad de Buenos Aires vivió una elección que marca un punto de inflexión. La derrota del oficialismo local representa la primera caída del año para un gobierno que había mantenido un control firme en la capital. Este hecho, en medio de un panorama donde otros gobernadores y jefes de distrito habían logrado victorias, plantea un nuevo contexto político.
La elección local no solo se limita a los resultados inmediatos, sino que abre la puerta a un corrimiento de dirigentes del PRO hacia La Libertad Avanza, especialmente de cara a las elecciones en la Provincia de Buenos Aires.
Es esencial recordar que, a pesar de la separación política que ocurrió hace 150 años, la Ciudad de Buenos Aires sigue siendo la cabeza política de la Provincia de Buenos Aires. Este vínculo histórico y político se hace evidente en los resultados de las elecciones, donde Milei emerge como el indiscutible ganador.
Sin embargo, el mensaje que se envía es claro: Milei no puede permitirse ganar solo al peronismo; necesita formar alianzas. A pesar de que el peronismo ha tenido un desempeño pobre en la Ciudad, logrando solo un 30%, su capacidad de reagrupamiento en otras provincias sigue siendo una amenaza.
Las elecciones demostraron que, aunque el kirchnerismo se encuentra en una situación complicada, el no peronismo debe unirse para ser competitivo. La dificultad radica en que, sin acuerdos o movimientos significativos, el camino hacia la victoria se complica. La casualidad parece estar jugando un papel importante, ya que Milei alcanzó el 30% en la Ciudad de Buenos Aires, cifra que se repite en su desempeño nacional. Para obtener una victoria contundente en la segunda vuelta, Milei necesitará el respaldo de los votantes de Juntos por el Cambio.
El panorama político representa un desafío para Milei, quien debe demostrar su capacidad de liderazgo en la gran batalla de octubre. Esta elección no solo juzgará su gestión como presidente, sino que también evaluará el desempeño de los gobiernos locales, incluido el de Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires.
Es importante destacar que, aunque se trata de una elección distrital, su relevancia es indiscutible. La competencia no se limita a los concejales, conocidos en este caso como legisladores porteños, sino que también refleja la lucha por el poder en la centro-derecha argentina.
La situación recuerda a la que vivió Néstor Kirchner en 2005, cuando enfrentó a Eduardo Duhalde, quien había sido su aliado. Kirchner logró desmantelar la influencia de Duhalde, algo que podría estar replicándose en la actualidad con la figura de Mauricio Macri y Javier Milei.
La política es un campo donde las alianzas son cruciales, y el reconocimiento de los apoyos recibidos es fundamental. Sin embargo, parece que Macri olvidó que la política no es un lugar para esperar agradecimientos. La dinámica actual sugiere que, si Milei no logra articular un frente sólido y cohesionado, su liderazgo podría verse comprometido.