Tres atletas "top" y su compromiso solidario en pandemia
Paula Pareto, Pilar Geijo y "la Tuti" Bopp forman parte activa de “La Huella” como embajadoras. Es un programa social que siguió con las donaciones y capacitando en plena crisis por Covid-19. Conocé su historia.
27/07/2020 | 18:34Redacción Cadena 3

En plena época de pandemia, las deportistas de elite Paula Pareto, Pilar Geijo y "la Tuti" Bopp formaron parte de manera activa de un programa social llamado “La Huella”, el cual continuó haciendo donaciones y capacitando durante "los peores momentos".
El periodista Julián Mozo, responsable de prensa del programa, señaló en diálogo con Cadena 3: “Lo que se busca desde hace 10 años es que los embajadores deportivos, como es el caso de los olímpicos Paula Pareto, German Chiaraviglio, o Sebastián Crismanish, cada uno elija un proyecto, un lugar para refaccionar infraestructura".
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En esa línea, agregó: "Puede ser un merendero, un comedero, un club o una organización y, luego la empresa Saint Gobain Argentina, que se dedica a la construcción, lo hace realidad con todos sus materiales".
Con estas acciones, hace 10 años y más en este momento, los deportistas argentinos, además del éxito deportivo, dejan una huella en la sociedad
Por su parte, las profesionales del mundo deportivo expresaron las sensaciones que les provoca participar de esta iniciativa con fines solidarios.
“Me hace sentir orgullosa pertenecer a un proyecto que sigue ayudando en los peores momentos, que durante esta pandemia mantiene su compromiso con los que más necesitan”, manifestó Pilar Geijo, nadadora de aguas abiertas.
En esa misma línea, la boxeadora Yésica Bopp y la judoca Paula Pareto compartieron la misma opinión.
Tres de las deportistas más cotizadas de nuestro país están unidas por el mismo espíritu. Una comunión que ha contagiado a otros deportistas y empresas.
“Realmente me sorprendió gratamente que pudiéramos seguir haciéndolo. No por la dedicación y organización del equipo de la Huella, que sabemos que las tiene, sino por las limitaciones de todo tipo que existieron estos meses”, detalló "La Peque".
Paula Pareto en el merendero Los Pepitos, cuando todavía el proyecto de su amigo Braian. La Peque aceptó seguir con los que tenía Toledo.
La ganadora de una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 aseguró que terminó con sus proyectos, y está ahora comprometida también con dos que tenía su amigo Braian Toledo: un merendero en Merlo y una sociedad de fomento en Florencio Varela.
Era el momento de mantener prendida la llama de la solidaridad, de preocuparse por el otro
"Pudimos seguir haciéndolo, con ayuda de todos. Cuando vi las obras avanzadas en mi proyecto me explotó el corazón”, agregó "La Tuti", quien antes de la pandemia visitó, junto a Geijo, el complejo con colegio y polideportivo que rodea a la parroquia San José en Lomas de Zamora y que, durante estos meses de emergencia sanitaria, se transformó en refugio de aislamiento para los enfermos leves de Covid-19.
Desde Santa Teresita, donde estará hasta el 13 de agosto haciendo pretemporada con parte del seleccionado de judo, Pareto contó cómo fue mutando su ayuda y lo que ansía que termine esta pandemia para poder visitar sus dos proyectos, a su regreso a Buenos Aires.
“La tragedia de Braian fue un golpe duro para todos. Era un amigo y un puntal de la Huella por su enorme compromiso. Por eso, cuando me sugirieron ayudar y hacerme cargo de los proyectos sociales que él tenía, no dudé”, explicó.
Así fue que se comunicó con el merendero de Merlo al cual asisten 150 chicos y rápidamente pudo dar una mano.
“Con los Pepitos siempre estuve en contacto y hace poco, cuando llamé, Graciela me dijo que necesitaban leche. Por suerte pudimos armar una cadena, con la empresa concesionaria alimentaria en el Cenard y hasta la colaboración de Canal 13 con el transporte, para llevarle de todo, no sólo la leche que necesitaban", contó "La Peque".
En esa línea, agregó: "Eso es lo que despierta 'La Huella', que otros se sumen, que se genere una cadena solidaria (…) Ahora también nos sumamos a Seamos Uno, la movida solidaria que busca ayudar a millones de argentinos que tan mal la están pasando ahora".
Pareto, pese a ser una guerrera en el tatami, una brava competidora, es muy sensible en su vida personal. Se nota en su costado solidario y en la responsabilidad que exhibe como traumatóloga en el Hospital de San Isidro.
No me gusta tener privilegios por ser quien soy
“La jefa de servicio me dijo que no había drama con los días que faltaría por esta pretemporada, pero yo adelanté mis horas y turnos de guardias antes de venir y lo completaré a mi regreso”, aclaró, tajante.
De las cosas que más atrae a los deportistas en sus visitas es compartir tiempo que los chicos, los verdaderos beneficiados de esta ayuda.
Pilar cuenta lo que vivió en la visita que hizo al proyecto de Bopp: “Los chicos sabían que éramos una nadadora y una boxeadora, pero no mucho más".
En mi celular, les mostré el video de mi cruce del Río de la Plata y quedaron enloquecidos
"Lo mismo pasó cuando Tuti les mostró sus peleas y enseñó un poco la técnica del boxeo. Querían saber todo, en mi caso qué tipo de pescados me cruzo en el mar y durante cuánto tiempo nado. Les llamó la atención el mar, sobre todo a aquellos que no lo conocían”, relató la pentacampeona mundial de aguas abiertas (2010, 2011, 2014, 2015 y 2019).
Pilar Geijo y Tuti Bopp en su visita a la sociedad de fomento de Florencio Varela antes que se desatar la pandemia.
Tuti es otra apasionada. Conoce varios barrios carenciados de Avellaneda y admitió que este de Lomas le llamaba la atención, por las dificultades que atraviesa en una zona difícil en todo sentido.
Fue hermoso que los chicos nos prestaran atención y nosotros poder brindarles nuestra experiencia
"Hicimos mucho hincapié en la ayuda y en el cuidado del lugar, que no lo dañen ni rompan, que lo cuiden como su casa, porque es un lugar donde los escuchan, contienen, les enseñan y hasta se divierten. Les conté que yo salí de una escuela municipal para que sepan que se puede”, detalló quien meses después dio allí una clínica de boxeo para los más grandes.
“Era la oportunidad ideal para hablarles a chicos que ya empiezan a tomar decisiones en la vida”, concluyó Bopp, la trabajadora social recibida.
Tres deportistas, un proyecto solidario y un espíritu: Dejar huella.
Tuti Bopp y Pili Geijo hace unos meses, cuando se levantaba el complejo que tiene un polideportivo y un colegio alrededor de una parroquia.