Habló el hermano de Belén Zerda y explicó el motivo de su desaparición en Cancún
La mujer de 38 años arribó este sábado al país, tras estar más de una semana en la selva mexicana. “Nunca más me voy a ir”, fueron sus palabras, según reveló su hermano a Clarín.
19/04/2025 | 16:47Redacción Cadena 3
“Nunca más me voy a ir”, fueron las palabras de Belén Zerda (38) mientras abrazaba a su hermano Guillermo, con lágrimas y temblores, en el Aeropuerto de Ezeiza este sábado por la mañana.
Después de dos semanas desaparecida en México, en una odisea marcada por el miedo, un robo y una huida desesperada a la selva, Belén volvió a la Argentina, reencontrándose con su familia en un momento cargado de alivio, pero también de cicatrices imborrables.
El abrazo con su madre y su hermano fue el cierre de una pesadilla que comenzó cuando Belén, en un viaje a México, fue víctima de un robo que escaló a una situación de amenazas y chantaje. “Primero la abrazó mi vieja, llorando. Después me tocó a mí. Nos pusimos a llorar juntos. Me dijo ‘nunca más’. Fue una mezcla de todo: alegría, pero también el peso de que esto pudo haber terminado distinto”, relató Guillermo Zerda a Clarín.
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Se trata de María Belén Zerda, de 38 años, quien había sido vista por última vez el 6 de abril.
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Una pesadilla que empezó con un robo
Según reconstruyó la familia, todo comenzó con el robo del celular de Belén, un hecho que desató una cadena de eventos aterradores. Los delincuentes no solo se llevaron el dispositivo, sino que accedieron a toda su vida digital: redes sociales, cuentas bancarias y aplicaciones. “La chantajearon, la hostigaron. Sabían dónde vivía, dónde comía, todo sobre su entorno. La asustaron tanto que decidió esconderse”, explicó Guillermo.
El destino de su huida fue tan inesperado como extremo: una zona selvática en México. Aterrada y sin recursos, Belén se internó sola en la naturaleza, enfrentándose a un entorno implacable. “Estuvo varios días ahí, sin comer al principio. Después nos contó que sobrevivió con lo que encontraba: hojas, quizás animales pequeños”, narró su hermano.
El paso por la selva dejó huellas visibles en su cuerpo: picaduras, rasguños y heridas que evidencian la dureza de su experiencia. “Está muy lastimada, pero fuerte. Le hicieron análisis en México antes de dejarla viajar sola. Está perfecta mentalmente, solo lleva las marcas de la selva”, aseguró Guillermo.
Mientras Belén luchaba por sobrevivir, su familia en Argentina no descansó. Guillermo recuerda los días de angustia, marcados por un último mensaje de su hermana, lleno de miedo, antes de que se cortara todo contacto. “Ese mensaje me dio pistas. Sabía que estaba asustada, que la habían amenazado. Pero no sabíamos dónde estaba. Fue desesperante”, confesó.
“Hasta que no la vimos bajar del avión con su valija, no lo creíamos. Estábamos felices, pero con el miedo de que todo podía haber sido al revés”, admitió Guillermo.