Aumento del cáncer renal en el mundo: clave la prevención y detección temprana
El Día Mundial del Cáncer Renal resalta la relevancia de la prevención y el diagnóstico anticipado. La incidencia sigue creciendo, con proyecciones alarmantes para 2045.
19/06/2025 | 07:45Redacción Cadena 3
El cáncer renal representa una preocupación creciente a nivel global, tal como indican los especialistas en el marco del Día Mundial del Cáncer Renal. La prevención y la detección a tiempo son fundamentales para lograr tratamientos efectivos. A pesar de no ser uno de los tipos de cáncer más comunes, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) advirtió que los casos están en aumento en diversas regiones del mundo.
Según el análisis del Observatorio Global del Cáncer (GLOBOCAN), el cáncer de riñón ocupa el puesto 14 en incidencia y el 16 en mortalidad a nivel mundial. En el caso de Argentina, se proyectó que para 2045 la cantidad de casos podría aumentar en un 56.1%. Este crecimiento ha sido impulsado, en parte, por el uso más frecuente de estudios de imagen como la tomografía computada, que permite descubrir tumores que antes eran difíciles de identificar. Este avance ha contribuido a una reducción sostenida en las tasas de mortalidad.
Las causas del cáncer renal están principalmente relacionadas con alteraciones genéticas en las células renales, que pueden ser tanto hereditarias como adquiridas a lo largo de la vida. Las variantes adquiridas, que son las más comunes, están vinculadas a factores de riesgo como el tabaquismo, la exposición a sustancias químicas y la obesidad. Estos factores pueden dañar el ADN de las células y alterar el funcionamiento de los genes responsables del control del crecimiento celular, favoreciendo así la aparición de tumores.
De acuerdo con Gabriela Bugarín (M.N. 71.988), "Dejar de fumar, hacer ejercicio regularmente, mantener una alimentación saludable, controlar la presión arterial y evitar la exposición laboral a sustancias tóxicas como el tricloroetileno, son medidas clave de prevención." Esto reafirma la importancia de adoptar hábitos saludables para reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Los estadios del cáncer de riñón
El cáncer de riñón clasifica en distintos estadios, del I al IV, según el tamaño del tumor y la extensión de la enfermedad. En las etapas iniciales, el tumor suele estar confinado al riñón, pero a medida que avanza, puede afectar vasos sanguíneos, ganglios linfáticos y, en los casos más avanzados, diseminarse a otros órganos como los pulmones o los huesos.
Bugarín señala: "Uno de los principales desafíos del cáncer renal es que no suele presentar síntomas en sus fases iniciales. Al estar localizado en áreas profundas, los tumores pequeños no pueden ser detectados mediante exámenes físicos. A menudo, el diagnóstico se produce de forma incidental durante estudios por otros motivos. Por ello, es crucial realizar controles regulares, especialmente para quienes cuentan con antecedentes familiares, enfermedades hereditarias o problemas renales crónicos. Ellos deben hacerse ecografías, tomografías o resonancias periódicamente."
En estadios más avanzados, los síntomas pueden incluir presencia de sangre en la orina (hematuria), dolor persistente en la zona baja de la espalda, masas palpables, fatiga, pérdida de apetito, adelgazamiento involuntario, fiebre prolongada sin causa aparente y anemia.
El tratamiento del cáncer de riñón varía en función del estadio, la salud del paciente y el tipo de tumor. En las fases iniciales, la cirugía se considera la primera opción. También existen métodos como la ablación controlada por calor o frío, la radioterapia y, en ciertos casos, una vigilancia activa. Estas estrategias apuntan directamente al tumor sin afectar el resto del organismo.
Cuando la enfermedad se encuentra más avanzada, y se ha diseminado a otras partes del cuerpo, se utilizan tratamientos sistémicos como la inmunoterapia, terapias dirigidas o, en algunos casos, quimioterapia. Para los pacientes en los que no se puede eliminar el tumor completamente, los médicos intentan aliviar síntomas y mejorar la calidad de vida.
Bugarín concluye: "La medicina ha progresado notablemente, y hoy más del 50% de los pacientes en el primer estadio pueden curarse. No obstante, esta tasa disminuye considerablemente cuando se diagnostica en estadios avanzados." De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, la tasa de supervivencia relativa a cinco años para cáncer de riñón localizado es del 93%, cayendo al 75% cuando se ha propagado a estructuras cercanas y al 18% en caso de metástasis a órganos distantes como pulmones, huesos o cerebro.
"Actuar a tiempo y hacerse controles preventivos sigue siendo la mejor herramienta para superar esta enfermedad", finaliza Bugarín.
[Fuente: Noticias Argentinas]