Palomas: "Necesitamos un cambio cultural, no darles de comer ni permitir anidar"
La sobrepoblación de estas aves en Rosario genera inconvenientes a la población. Carlos Tasinato, Director de Control de Vectores brindó un panorama de la situación y pidió cambiar hábitos.
04/11/2022 | 10:50Redacción Cadena 3
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Audio. “Debemos llegar a un consenso de bajar el número de palomas”, dijo Tasinato.
Siempre Juntos Rosario
La creciente población de palomas en la ciudad de Rosario hace que sean cada vez más los lugares invadidos por el excremento que desprenden, desde plazas hasta edificios históricos, estructuras abandonadas o balcones indistintos. En Siempre Juntos de Cadena 3 Rosario, Alberto Lotuf dialogó con Carlos Tasinato, Director de Control de Vectores de la Municipalidad quien brindó un panorama de la situación.
“Las palomas no tienen inteligencia, pero si adaptación para darse cuenta de algunas cuestiones de supervivencias” dijo el especialista por lo que descarta estrategias como “espantapájaros” que “pueden servir, pero solo al corto plazo”.
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“Para las palomas la imagen el hombre representa su relaciona con la comida, refugio, cuestiones que las palomas consideran interesantes para progresar”, dijo por lo cual considera importante que exista un cambio de hábitos o actitudes de los humanos como “no darles comida en espacios públicos ni permitir que aniden en los balcones”.
En Rosario durante la semana se conoció la noticia de que una escuela se llenó de piojillos de palomas, esta situación “es uno de los efectos que provocan ya que los piojillos son acaro que se alimenta de sangre, no solo asociado a paloma, todas las aves tienen estos piojillos y ellas anidan en las construcciones humanas, si hacen un nido ahí los piojillos buscaran nuevos huéspedes como los seres humanos cuando las palomas abandonan el nido” apuntó el especialista.
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Para Tasinato “las palomas cargan con una simbología positiva que la convierten en un animal simpático. Pero en realidad no es tan inocente”.
En Rosario tuvo un desarrollo exponencial en los últimos años y “ahora cambió el paradigma ya que son más los daños que provoca que el placer de verlas”, afirma.
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Desde la Municipalidad se van probando distintas metodologías en los edificios o espacios públicos, según cuenta el Director de Vectores “con repelentes a base de ajo que las ahuyenta bastante y con un anticonceptivo lo cual le impide que el huevo forme el cascarón”, pero a pesar de estas intervenciones “no estamos bajando el número palomas”.
“Debemos llegar a un consenso de bajar el número de palomas”, insiste y se deben seguir “medidas sostenidas en el tiempo y no aisladas”, pero también “necesitamos un cambio cultural, no darles de comer en espacios públicos y no permitir anidar en los balcones”.