Precios todavía perdidos tras la devaluación
21/04/2025 | 14:17Redacción Cadena 3

Como argentino, siento que la economía de mi país es un rompecabezas que nunca termina de armarse. La reciente devaluación, anunciada semanas atrás, ha vuelto a revolver las piezas, y hoy, en abril de 2025, vivo en un mercado donde los precios parecen flotar en una nube de polvo. El propio Ministro de Economía lo admitió: “Los precios no están claros”, y lo comprobé de primera mano en algo tan cotidiano como la compra de huevos de Pascua para mi familia.
Este año, con la esperanza de que los precios bajaran, decidí esperar hasta el sábado antes de Pascua para comprarlos. Grueso error. Cuando llegué al supermercado, los estantes estaban vacíos. Las promociones y descuentos previos habían hecho que todo se agotara rápidamente. No pude evitar recordar el año pasado, cuando los huevos de Pascua sobraban en los quioscos incluso meses después de la festividad. La diferencia es abismal, y me dejó pensando: los precios en la góndola no son reales. Hay una disparidad que refleja la inestabilidad económica que nos envuelve.
Los números del dólar, que sigo con atención porque afectan mi día a día, también cuentan una historia de vaivenes. El dólar oficial del Banco Nación estaba a 1.230 y ahora, según los últimos datos, está en 1.110 pesos. Eso significa una devaluación del 1,1% en poco tiempo. El dólar mayorista pasó de 1.078 a 1.065 pesos, y el blue, que en Córdoba estaba a 1.240, bajó a 1.180. Aunque la brecha entre las cotizaciones se achicó, sigo sin entender cuál es el precio “real” del dólar. Esa incertidumbre me genera ansiedad, porque sé que se traduce en los productos básicos que compro: alimentos, artículos de higiene, todo lo esencial.
La emisión de pesos de los últimos años sigue siendo un peso en la economía, y las tasas de interés, que se ajustan constantemente para controlar la circulación de dinero, no terminan de traer estabilidad. El régimen cambiario, con sus idas y vueltas, tampoco ayuda. Como consumidor, me siento atrapado en un juego de azar: ¿compro ahora o espero? ¿Es este precio una oferta real o una trampa? Aprendí a la fuerza que debo estar más atento que nunca, analizar cada promoción y pensar dos veces antes de gastar. La economía argentina, con su complejidad, me exige estar alerta, pero también me agota. Y mientras tanto, me pregunto: ¿cuándo veremos claridad en este caos?