Luis Scola, el gran capitán y abanderado de la delegación

El basquetbolista Luis Scola encabezó anoche la delegación argentina que desfiló en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Río 2016, que se realizó en el mítico estadio Maracaná.

Scola, quien disputará su cuarto juego olímpico, estuvo en la cabecera de la delegación argentina que lució pantalones (polleras para las chicas) de color blanco, camisas del mismo color y sacos azules.

Los atletas argentinos ingresaron al Maracaná cantando canciones típicas de hinchadas, y con sus celulares en la mano registrando todo lo que sucedió.

El ingreso de la Delegacion Argentina en la ceremonia de los JJOO
via TyC Sports. pic.twitter.com/VMuE6bV9QF

— Las Leonas AR (@LeonasHockeyAR) 6 de agosto de 2016

En la delegación argentina estuvieron los chicos de Los Gladiadores (handball), el equipo de basquetbol, con Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni, entre otros, y las chicas de "La Garra" (handball).

También desfilaron los boxeadores, los chicos y chicas del voleibol, y los tenistas con Juan Martín Del Potro y Juan "Pico" Mónaco como figuras estelares.

Los argentinos fueron la delegación número 11 en transitar el pasillo del Maracaná, mientras también aprovecharon para sacarse "selfies" y hasta para intercambiar fotos con deportistas de otras nacionalidades.

Momentos antes de salir! Lo más lindo: compartirlo con toda la delegación Argentina! #OpeningCeremony #Rio2016 pic.twitter.com/jIvot3F3J7

— Juan Monaco (@picomonaco) 6 de agosto de 2016

Los deportistas argentinos permanecieron, en su gran mayoría, en el centro del campo, pero muchos otros se retiraron a la Villa Olímpica, habida cuenta que deben comenzar su participación en los Juegos Olímpicos mañana o el domingo y deben entrenarse.

Durante el tiempo que desfilaron las otras delegaciones se pudo observar cómo los deportistas argentinos estuvieron sacando fotos, bailando e intercambiando a fotos con otras grandes figuras del deporte mundial.

Scola, abanderado

En abril pasado, el Comité Olímpico Argentino (COA), resolvió por unanimidad que Luis Scola sea el abanderado de la delegación nacional en la ceremonia de Apertura de estos Juegos de Río de Janeiro.

Entonces, el ala pivote del seleccionado de básquetbol masculino cumplió, cuatro años después, el postergado deseo de portar la enseña celeste y blanca.

Es que el goleador histórico del equipo argentino resignó en agosto de 2012 la posibilidad de llevar la bandera en la ceremonia de Clausura, cuando cedió esa opción al correntino Sebastián Crismanich, quien había sido el único deportista del país que se subió al escalón más alto del podio, tras ganar la final del Taekwondo en la división hasta 80 kilos.

"(Luis) Scola representa los valores que todo deportista quisiera tener: responsabilidad, entrega, humildad, solidaridad grupal, compromiso para involucrarse", dijo oportunamente el dirigente bahiense Federico Susbielles, hoy presidente de la Confederación Argentina (CABB) para graficar el sentimiento de gratitud hacia el número 4 de la Generación Dorada.

Porque el futuro integrante de los Brooklyn Nets en la NBA fue actor protagónico en el ciclo de rearmado de la nueva CABB, cuando las denuncias por "administración fraudulenta o malversación de fondos" derivaron en la salida anticipada del pampeano Germán Vaccaro, el anterior titular del organismo.

En su rol de capitán de uno de los mejores equipos argentinos de la historia, el jugador surgido de las divisiones formativas de Ferro Carril Oeste preguntó, indagó y tomó posición definida respecto de la crisis en la CABB.

Es más, una versión que circuló pero que nunca se oficializó habla de una reunión concreta entre Scola y el entonces Secretario de Deporte de la Nación, Carlos 'Camau' Espínola, para sugerir la intervención del organismo (del que se hizo cargo Susbielles hasta las elecciones que se desarrollaron en diciembre pasado).

En el estricto aspecto deportivo, los pergaminos del Gran Capitán hablan por si solos: presencia 'Sarmientina' en los todos los certámenes internacionales desde el Premundial Neuquén 2001, máximo anotador histórico con la Selección Nacional y artillero principal de los Campeonatos FIBA Américas (1306 puntos), desplazando a una gloria del básquetbol continental como el brasileño Oscar Schmidt (1287).

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