Mantiene contacto con el inglés que derribó el avión Hércules que era piloteado por su padre

En el marco de las celebraciones que se realizan hoy en la ciudad cordobesa de Oliva, Ezequiel Martel, actual piloto de la Fuerza Aérea – que perdió a su padre en Malvinas– recordó la gesta de la "mejor" manera, con "mucho" corazón y sentimiento.

"Estar acá es marcar un antes y un después de todo lo sucedido. Es dejar un testimonio que quede para el resto de los ciudadanos de argentina", expresó Ezequiel, hijo de Ruben Martel, quien piloteaba un Hércules derribado por un Harrier inglés el 1 de junio de 1982.

"Creo que la guerra finalizada nos tiene que traer historias, que nos saquen adelante como nación y nos llenen en lo personal, porque Malvinas está llena de historia de vidas", dijo.

"Siempre con el cariño que hay en todas las familias argentinas, porque hay un papá, un hijo que no está más; porque están custodiando Malvinas en la tierra, el aire, en cualquier rincón", manifestó.

Pese al suceso trágico que lo vincula con la guerra, en un gesto de grandeza y humanidad Ezequiel encontró al piloto inglés, Nigel Ward, que el 1 de junio de 1982 derribo el avión en el que iba su papá y otros seis integrantes de la tripulación.

"Fue una ocasión en la que a los dos, como buenos profesionales, nos conmovió muchísimo. Hice todas las preguntas que con todo respeto consideré, y él con todo respeto me respondió", dijo al respecto.

Martel aseguró que no siente rencor por este soldado inglés, y que con la guerra concluida, le debe respeto porque mantiene con él "una estrecha relación".

"Hay un respecto, un cariño, porque en los mails que compartimos lo pude notar. Le escribo con atención, me despido diciéndole que se cuide, que esté bien y es recíproco", destacó el joven.

Informe de Fernando Rasso.

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