El restaurante más antiguo del mundo y un competidor histórico de Madrid
Sobrino de Botín y Casa Pedro se disputan el título de restaurante más antiguo. La historia, marcada por guerras y grandes figuras, añade un ingrediente especial a esta competencia gastronómica.
11/06/2025 | 17:29Redacción Cadena 3
MADRID (AP) — En el corazón de la capital española, Sobrino de Botín posee el prestigioso récord Guinness como el restaurante más antiguo del mundo. A trescientos años de su apertura, Botín, con una rica oferta de comida castellana, recibe a diario a multitud de comensales que buscan disfrutar de su historia.
Sin embargo, en las afueras de Madrid, lejos del bullicio turístico, una taberna rústica conocida como Casa Pedro se atreve a desafiar esa afirmación. Sus dueños sostienen que su establecimiento no solo sobrevivió a la Guerra Civil Española en los años 30 y a la invasión napoleónica a inicios del siglo XIX, sino también a la Guerra de Sucesión Española del siglo XVIII, lo que la convertiría en la más antigua y contendiente directo del título.
“Es frustrante decir ‘sí, somos desde 1702', y tener que justificarlo”, expresó Irene Guiñales, gerente y propietaria de octava generación. “De hecho, nuestro logo dice ‘Casa Pedro desde 1702', así que decidimos demostrarlo”.
Guiñales, de 51 años, recuerda que su abuelo defendía la antigüedad de Casa Pedro, pero entendía que los relatos familiares no bastarían como prueba. Por ello, contrataron a un historiador, y hasta el momento, han rastreado documentación que data de al menos 1750, lo que les deja considerablemente atrás del récord de Botín.
Ambas tabernas son de carácter familiar y ofrecen clásicos castellanos como callos guisados y cochinillo asado, decoradas con encantadores azulejos y techos de madera expuesta. A pesar de su historia, la gloria de Botín incluye una lista de clientes célebres como Truman Capote, F. Scott Fitzgerald y Graham Greene, mientras que Casa Pedro ha contado con la presencia del antiguo rey Juan Carlos I y del actual rey Felipe VI.
Aunque Casa Pedro fue históricamente una parada en el único camino hacia el norte de España, su clientela es principalmente de vecinos locales. David González y Mayte Villena son habituales que disfrutan de su almuerzo semanal allí. Villena comentó: “No me cambiaría nada, incluso si algún día lograran el récord Guinness”.
Botín, en cambio, tiene una ubicación privilegiada cerca de la Plaza Mayor, donde los guías turísticos llevan grupos que pasan por su puerta. Antonio González, dueño de la tercera generación de Botín, admitió que el reconocimiento de Guinness desde 1987 ha sido beneficioso, aunque el local ya contaba con una rica historia que atraía a los visitantes. “Hay una cierta magia en el lugar”, dijo.
El dilema radica en cómo uno de los restaurantes puede reclamar el título. Según Kylie Galloway, portavoz de Guinness, se requieren pautas específicas que implican “evidencia sustancial y documentación de la operación del restaurante a lo largo de los años”. González aseveró que Botín tuvo que demostrar su funcionamiento continuo en el mismo lugar y con el mismo nombre. La única pausa en su historia fue durante la pandemia de COVID-19, igual que Casa Pedro.
Este criterio excluye a otros restaurantes de larga data como Le Procope en París (1686), Bianyifang en Beijing (1416) y la White Horse Tavern en Newport, Rhode Island (1673). La Campana, en Roma, también reclama más de 500 años de historia y se prepara para presentar documentación a Guinness.
Guiñales y su esposo no pudieron acceder a los archivos del antiguo pueblo de Fuencarral debido a un incendio durante la Guerra Civil Española. Sin embargo, encontraron registros en archivos nacionales que demuestran la existencia de una taberna desde 1750. La búsqueda de documentación para respaldar la fecha de 1702 continúa.
Aun si logran comprobar su antigüedad y arrebatan el récord a Botín, Guiñales admite que su ubicación menos céntrica dificultará atraer clientela similar. “Imaginar atraer a ese público sería un sueño”, concluyó.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con apoyo de inteligencia artificial generativa.
[Fuente: AP]




