Adolescencia tardía
23/02/2018 | 08:37Redacción Cadena 3
A punto de cumplir 82 años y con un nuevo libro en imprenta , el nobel de literatura Mario Vargas Llosa disfruta por estos días del esplendor de su romance con Isabel Preysler, la ex de Julio Iglesias, cuya compañía lo ha hecho saltar de los debates ideológicos en los que solía mezclarse al mundo del espectáculo y la prensa del corazón, además de colocarlo en la vidriera irrespetuosa de las redes sociales.
Lo que no está claro es si ese tipo de exposición es el precio que tiene que pagar por haberse enamorado de una abonada a las portadas de Hola o si ha conocido a esta altura de su existencia un universo que lo atrae con más fuerza que los recoletos salones de las bibliotecas.
Mientras sus seguidores aguardan la presentación de La llamada de la tribu, anunciado como su autobiografía intelectual, el escritor peruano se somete a periódicas entrevistas de publicaciones en las que rivaliza con mediáticos de toda índole y termina invariablemente peleando con Gonzalo, uno de sus tres hijos, que aunque pasa de los 50 sigue indignado por el divorcio de sus padres y cada vez que le acercan un micrófono, despotrica contra el autor de sus días y descalifica a su novia.
El creador de "Conversaciones en la catedral" ha defendido con insistencia el derecho a la intimidad pero en los últimos tiempos optó por exhibir cierta relajada comodidad en notas que ofrece mientras toma sol en el yate de un amigo, o participa de un concierto de Enrique Iglesias,–el hijo de su amada– o le abre las puertas a una periodista del New York Times para mostrarle la decoración de la casa que Isabel construyó junto a su ex marido.
Observador agudo, Vargas Llosa ha asegurado que "el amor es probablemente la experiencia más enriquecedora que un ser humano pueda tener" pero, al parecer, ha modificado algunas otras consideraciones que había formulado sobre ese sentimiento.
"También es una experiencia privada, si se publicita, se vuelve barata y llena de lugares comunes" opinó en una época que ahora está lejana.
Parece extraño que un escritor de su trayectoria se vea envuelto en peleas típicas de un reality, pero lo cierto es que los medios, aún los del prestigio del NYT, encuentran más atractivo el perfil del intelectual enamorado, que el más tradicional del hombre que viró del socialismo a un liberalismo extremo y que se animó a incurrir en el pantanoso terreno de la política.
"La doctrina liberal ha representado desde sus orígenes las formas más avanzadas de la cultura democrática" pregona Vargas Llosa en "Llamada de la tribu" pero quienes lo entrevistan prefieren ventilar la intimidad del hombre que a sus 81 años se muestra como un adolescente. La experta en política y cultura latinas del Times dedicó una parte importante del reportaje a contar cómo vive el peruano y a presentar para el público norteamericano, a la dueña de su corazón.
Marcela Valdés incursiona en algunos detalles de la obra que el escritor presentará el mes próximo, pero se detiene en la mujer que lo acompaña desde hace tres años y la describe como "de porte felino y belleza que ha utilizado hábilmente la atención de los periódicos sensacionalistas en una especie de carrera proto-Kardashian presentando programas de televisión y promocionando artículos de lujo como joyas Rabat y azulejos Porcelanosa".
Expuesta, sin proponérselo, a la batalla que le ha planteado Gonzalo, el hijo del medio de Mario, Isabel ha intentado sin éxito reunir a las dos familias. El encuentro más esperado, el de las nietas de él con su célebre hijo Enrique en un concierto, fue enturbiado por las quejas del padre de las chicas que acusó a su madrastra de tratar de acrecentar su fama a expensas del prestigio de su padre.





