Renato Civelli: de jugar al fútbol en el Marsella a amasar futuro en Argentina
Tras su carrera en Europa, el exfutbolista regresó al país y desde hace unos años lidera la franquicia de Gontran Cherrier, uniendo gastronomía y cultura en Buenos Aires.
13/06/2025 | 15:00Redacción Cadena 3
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La Argentina Posible
Renato Civelli dejó el fútbol profesional tras una carrera que lo llevó desde Banfield hasta el Olympique de Marsella, Lille y Niza. Sin embargo, en lugar de quedarse en Europa —donde vivió años felices— eligió regresar a la Argentina para encarar un segundo tiempo distinto: el del emprendimiento. Hoy lidera la franquicia en el país de Gontran Cherrier, una reconocida marca de panadería y pastelería francesa.
“No voy a mentirle a la gente y decir que volví por la Argentina… pero uno vuelve a donde fue feliz”, confiesa. Y agrega: “No me veía haciendo mi vida fuera del país. Soy de Pehuajó y acá tuve una infancia feliz”.
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Un puente entre Francia y Argentina
El regreso no fue un salto al vacío. Civelli aprovechó su vínculo con Francia para traer a Buenos Aires la franquicia de Gontran Cherrier. “La idea fue tender un puente entre Francia y Argentina, a través de la gastronomía y la cultura. Es una forma de quedarme acá sin perder ese lazo con Europa”, explica.
Actualmente, la marca cuenta con cinco locales y un centro de producción. Además, su esposa —historiadora del arte— creó junto a dos socias un espacio cultural llamado Comunidad Pan, dentro del local principal en Plaza Armenia. Allí se realizan exposiciones trimestrales de artistas emergentes, cuyas obras se exhiben y venden en los distintos locales.
“No todo el mundo lo valora, pero para quien disfruta del arte, la experiencia es hermosa: pastelería francesa y arte en un mismo lugar”, destaca con orgullo.
Excelencia francesa, hecha en Argentina
El compromiso con la calidad es total. “Importamos los hornos, la harina, la manteca… El producto que ofrecemos es exactamente igual al que se sirve en París”, afirma. Para garantizarlo, el personal fue capacitado en Francia, y el propio Gontran Cherrier visita la Argentina dos veces al año.
Gracias a la tecnología, el contacto con el creador de la marca es constante. “Si Gontran ve una foto que no le gusta, me escribe al instante. Es muy exigente y está encima de todo”, comenta.
Un mercado competitivo y una apuesta a largo plazo
Buenos Aires es una plaza exigente. “Hay productos excelentes, pero la pastelería francesa es más delicada. No es para todo el mundo. Al argentino le gusta el dulce de leche, el chocolate, la crema… nosotros tratamos de mantenernos clásicos”, sostiene.
A pesar de los desafíos, el negocio crece. Civelli tiene la máster franquicia en Argentina y analiza expandirse al interior del país o incluso a mercados limítrofes. “Me contactaron desde Asunción, Santiago de Chile… hasta de Miami. Pero no es soplar y hacer botellas. Soy realista: pensé esto como un segundo tiempo, no como una expansión desmedida”, aclara.
“El retiro del fútbol no es fácil. Uno pasa a ser un ex, y eso pesa. Por eso quise reinventarme, ver si podía funcionar en otro ámbito. Hoy, me hace bien”, reflexiona.
El arraigo: razones que pesan más que el confort
Aunque fue feliz en Francia y vivió dos años en Turquía, nunca sintió que esos fueran sus lugares definitivos. “Siempre lo vi como un pasaje. Cuando mis hijas crecieron un poco, empecé a extrañar. Y la verdad, uno quiere estar cerca de sus viejos”, confiesa.
“Mi lugar en el mundo es acá. Es un país hermoso, con problemas, sí, pero se vive bien”, afirma con convicción.
Civelli valora profundamente su experiencia internacional, pero aún más su decisión de regresar. Su historia, entre masas finas y recuerdos de vestuario, se convierte en un ejemplo de esa Argentina que apuesta, se reinventa y sigue creyendo.
“La situación está complicada, sí, pero los que vemos una luz al final del túnel tenemos que trabajar para que eso suceda”, concluye.
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