Un día como hoy, Boca se consagró tricampeón mundial tras vencer al Milan

El domingo 14 de diciembre de 2003, Boca Juniors venció al poderoso AC Milan de Italia en la Copa Intercontinental, en Japón, logrando su tercer título mundial de clubes. El partido terminó 1-1 en el tiempo reglamentario y Boca se impuso por 3-1 en la definición por penales, con una destacada actuación del arquero Roberto Carlos Abbondanzieri.

El encuentro se disputó en el Yokohama International Stadium, ante 66.757 espectadores y se caracterizó por la férrea defensa y la táctica de Carlos Bianchi, que logró neutralizar al equipo europeo, favorito en las apuestas previas. El conjunto dirigido por Carlo Ancelotti se adelantó en el marcador a los 23 minutos del primer tiempo, con un gol del danés Jon Dahl Tomasson, pero cinco minutos después igualó el santafecino Matías Donnet, desatando la algarabía de unos 25 mil hinchas de Boca, que habían arribado no sólo de la Argentina, sino de varios países europeos. Incluso Boca puso un avión charter, pintado de azul y oro, donde viajaron los simpatizantes entre los que estaban Dalma y Gianina Maradona, en un vuelo que vía Nueva Zelanda.

Un Boeing 747 de Aerolíneas Argentinas (LV-OOZ), llevó a los jugadores, pero tuvo una parada forzada en Los Ángeles por problemas técnicos, obligando a cambiar de avión, retrasando su llegada a Tokio y afectando la adaptación, pero nada de eso impidió minar la esperanza de la conquista de un nuevo título.

La ciudad portuaria de Yokohama se había convertido en el epicentro del fútbol mundial, lista para albergar el choque de gigantes que definiría al campeón intercontinental: Boca Juniors, campeón de América, contra el AC Milan, monarca europeo. A pocas horas del pitazo inicial (domingo, 7:15 de Argentina), la ansiedad era palpable y las dudas tácticas mantenían en vilo a ambas hinchadas.

A la hora señalada, Milan que contaba con figuras como Shevchenko, Kaká y Seedorf se puso en ventaja, a los 23 minutos, cuando Tomasson aprovechó un error en la defensa de Boca para abrir el marcador, confirmando el dominio inicial del equipo europeo.

Boca adelantó líneas y empató a los 28 minutos cuando Donnet en una gran jugada colectiva que arrancó con Clemente Rodríguez por la izquierda, cedió a Guillermo Barros Schelotto, quien metió un pase al brasileño Iarley que alcanzó a desviar el balón y descolocó al arquero Dida, y Donnet que ingresaba por el sector derecho capturó el rebote y convirtió.

"Quise meter una diagonal pero Iarley tocó la pelota, Dida la manoteó y a pesar de estar más alejado tuve la posibilidad de incorporarme rápido a la jugada. Pancaro se terminó cayendo y me dio ventaja a mí, que me había pasado un poco pero estaba más cerca de la pelota. Si Dida o Iarley no la tocaban, la jugada quizás terminaba en otra cosa”. Fue el gol más importante de mi vida", confesaría años después en el sitio oficial xeneize.

Tras el empate, el partido se convirtió en un duelo de alta tensión. Boca logró anular el talentoso mediocampo del Milan, llevando el juego al alargue. Pese al cansancio y las oportunidades generadas por ambos lados (especialmente por el ingresado Carlos Tevez en Boca), el marcador no se modificó, forzando la definición por penales.

El primer remate lo ejecutó Pirlo, bajo al medio y atajó Abbondanzieri lanzándose hacia su izquierda; Rolando Schiavi con un tiro fuerte, cruzado y a media altura venció a Dida, el portugués Rui Costa remató bajo a la derecha y convirtió. Le tocó a Sebastián Battaglia, que también tiró fuerte pero atajó Dida, llegó el holandés Seedorf para tirarla por arriba del travesaño, Donnet aseguró su penal con un tiro fuerte y arriba y puso el marcador 2 a 1. Costacurta caminó hacia el lugar del penal, pateó la tierra, su tiro fue débil y el Pato tirándose hacia adelante sacó la pelota con los pies. La gloria quedaba en poder de los pies de Cascini, que llegó, tomó aire, y le pegó con alma y vida. La pelota, a la derecha de Dida, pegó en la red y Boca se consagró campeón intercontinental tras ganar 3 a 1 en los penales.

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