La historia del ghanés que llegó a Boca huyendo de la guerra
Tiene 18 años, escapó de su país hace 28 meses por una guerra entre tribus. Se subió a un barco que no sabía a dónde iba. Juega como defensor en la cuarta división de Boca.
20/03/2013 | 07:24Redacción Cadena 3
Bayan Mahmud es un ghanés, de 18 años, que huyó de su país hace 28 meses escapando de una terrible guerra entre tribus que terminó con la vida de sus padres. Juega como defensor en la cuarta división de Boca.
Según indica el sitio Infobae.com el futbolista ghanés aseguró: "Quiero ser el primer negro en jugar en la Selección Argentina".
Bayan empezó como volante, en la actualidad juega de 4, y desde principios de año firmó contrato para competir oficialmente.
El joven escapó de Ghana en un barco que no sabía dónde iba, llegó a Buenos Aires, y estuvo sin rumbo hasta que consiguió refugio en migraciones.
"Yo soy de la tribu Kusazi y nos venían a perseguir. Ellos se reconocen por una marca que llevan en el cuerpo. Si me veían, se iban a dar cuenta de que no tenía ninguna marca. Por eso, quería irme. Empezamos a correr, ese lugar es medio jodido. Y no sabía qué pasaba con mi hermano. Fui a otra ciudad para entrar a un barco. Estuve como una semana. Hice amigos en ese barco, me contaron que salía al día siguiente. Era muy peligroso. Yo entré ahí pero no sabía adónde iba", contó el jugador que está dando sus primeros pasos en Boca, y se declaró admirador de Hugo Ibarra y Juan Román Riquelme.
El joven relató que durante el viaje dormía atrás de un contenedor, porque no tenía documentos. “Estuve ahí escondido un día y medio. Al final, salí. Si no, iba a morir. Y por supuesto los que me vieron son muy buena gente. Me dijeron que me quedara tranquilo, que no saliera mucho. Cuando era el tiempo de comida, me traían. Y así estuve las tres semanas”, precisó.
Cuando llegó al país Bayan estuvo tres días sin rumbo, hasta que se encontró con un grupo de senegaleses que lo llevaron a migraciones, y ahí recibió ayuda.
El ghanés se inició en el fútbol gracias a su padre, un ex futbolista de un prestigioso club de su país, y junto a su hermano pasaban los días buscando lugares para jugar a la pelota.
En Buenos Aires, comenzó a ir al barrio de Constitución, donde hay muchos africanos, y empezó a jugar en con ellos los sábados. "Venían perdiendo, pero pasamos a ganar todos los partidos. No sabía que estaban jugando por plata. Y me dieron $20. ¡Buenísimo, je!", comentó.
"Una persona que se llama Rubén García me vio jugando ahí y me trajo a Boca. Agarramos el formulario y me tomaron la prueba. Y ese día jugué muy bien", relató Bayan.
En su huida de Ghana, el joven perdió a su hermano, a quien encontró hace poco tiempo gracias a las gestiones del club.
Desde 2011 forma parte de la categoría 94. Actualmente se desempeña como marcador de punta y sueña con debutar en Primera.





