Piti Fernández y su insólito encuentro con Joaquín Sabina

El líder de Las Pastillas del Abuelo, Juan Germán "Piti" Fernández visitó los estudios de Cadena 3 antes de su presentación en Córdoba y contó una insólita anécdota sobre cómo conoció al cantante español, Joaquín Sabina.

"Mi mamá consiguió el número de Jorge Argañaráz, el mánager de Sabina y cuando yo logré contactarme me dijo: 'No te puedo prometer la entrada al camarín pero si estás ahí afuera cuando salimos te digo a dónde vamos'", inició su relato.

Y continuó: "Esa noche cuando terminaron, salió con Charly García tirando agua y muy rápidamente el mánager me dijo a dónde tenía que ir. Me subí a un taxi y comencé a seguir la camioneta".

"Cuando llegó, a Sabina no le gustó ese bar así que se cambiaron a ''Clásica y Moderna'', ahí ya había gastado $10 que era una fortuna en ese momento, pero logré ir al segundo bar aunque estaba seco cuando llegué", dijo.

"Me quedé en la barra, mirando de lejos y a las 5 de la mañana llegó el momento de los autógrafos. Yo no tenía cámara y lo único que quería era un cigarrillo y una frase para hacer una canción", contó.

"Le pregunté si tenía un pucho y me dijo: ''Disculpá flaco, no tengo'', me volví para atrás y esperé. Ya era un menos 10. Y luego volví a acercame, me presenté, le dije que tenía una banda y que necesitaba una frase de él para componer un tema", agregó.

"Me miró y me dijo: ''¿Qué te pensás, que hago frases por el camino?'', luego se sentó y largó una carcajada con los patovicas", culminó.

De esa anécdota surgió el tema "Clásica y Moderna", que interpretó en estudios.

Reconoció el aporte de su madre a cumplir sus sueños y al crecimiento de la banda: "Mi vieja tuvo que ver con mucho de los logros".

Y dijo que además de Sabina, conoció a Diego Maradona gracias a ella.

Sobre sus influencias familiares también destacó la figura de su abuelo que era "un gran poeta". "La canción Esperándome es de él, se la dedicó a mi abuela", confesó.

En este sentido, remarcó: "Las Pastillas del Abuelo es un viaje muy familiar".

Por otra parte contó que el éxito llegó en 2006, cuatro años después de que la banda empezara.

"El viaje siempre fue vertiginoso porque desde el primer show lo menos que llevamos fue 250 personas, pero la idea que siempre sostuvimos era disfrutar lo que pasaba", sostuvo.

La diferencia quedó marcada cuando comenzaron a trabajar con la compañía Crack. A partir de ahí comenzaron a convocar al doble de personas y en vez de hacer 30 shows (con una mala organización) por año, pasaron a un promedio de 70 y 80 recitales (en 2011).

"La diferencia es abismal con los primeros años", remarcó.

La banda se presentará mañana en Plaza de la Música, donde repasará toda su carrera discográfica.

Entrevista de Mario Pereyra

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