El sesgo cerebral que hace creíbles algunas mentiras entre amigos
Un estudio revela que las personas tienden a creer mentiras cuando hay posibilidad de recompensa. La actividad cerebral sincronizada entre amigos puede predecir la aceptación de engaños.
18/11/2025 | 00:07Redacción Cadena 3
La detección de la deshonestidad requiere que las personas interpreten señales sociales, evalúen intenciones y decidan si las palabras de alguien son dignas de confianza. Investigadores han indagado cómo se procesa esta información social y cómo se determina la honestidad, especialmente cuando proviene de un amigo cercano o de un conocido.
Un equipo liderado por Yingjie Liu de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Norte de China llevó a cabo un estudio para investigar cómo las relaciones influyen en la evaluación de la información. Los hallazgos, publicados en JNeurosci, utilizaron un método de neuroimagen para observar la actividad cerebral en 66 adultos sanos. Los participantes interactuaron a través de pantallas de computadora, lo que permitió a los científicos controlar el flujo de información. Cada mensaje intercambiado tenía consecuencias descritas como una "ganancia" o una "pérdida". La "ganancia" se refería a información que beneficiaba a ambos, mientras que la "pérdida" implicaba un resultado negativo. Rui Huang, investigador del equipo, explicó que "la razón clave para elegir los contextos de 'ganancia' y 'pérdida' es que ilustran cómo las personas ajustan la toma de decisiones en respuesta a recompensas o castigos potenciales".
Los investigadores descubrieron que las personas eran más propensas a confiar en información falsa durante situaciones de "ganancia", y este comportamiento se correlacionó con la activación en regiones del cerebro que procesan recompensas, evalúan riesgos e interpretan las intenciones de los demás. Esto sugiere que la promesa de un resultado positivo puede influir fuertemente en la percepción de veracidad de una mentira, incluso cuando la información debería generar dudas.
Uno de los hallazgos más sorprendentes fue el papel de la amistad. Cuando la persona que proporcionaba la información potencialmente engañosa era considerada un amigo, ambos mostraron actividad cerebral sincronizada. Esta sincronía variaba según el contexto. Por ejemplo, las regiones cerebrales asociadas a la recompensa mostraron mayor alineación durante escenarios de "ganancia", mientras que las áreas vinculadas a la evaluación de riesgos se sincronizaban más durante momentos de "pérdida". Esta actividad compartida proporcionó suficiente información para que los investigadores pudieran predecir cuándo un participante era propenso a ser engañado por un amigo.
Los resultados indican que las personas pueden ser especialmente vulnerables a creer mentiras cuando la información sugiere la posibilidad de una "ganancia". El estudio también destaca cómo el cerebro procesa la información social de manera diferente entre amigos, lo que puede dificultar el juicio preciso sobre la veracidad de lo que se dice. Esta combinación de pensamiento impulsado por recompensas y conexión interpersonal parece influir en cómo las personas valoran la honestidad, lo que potencialmente las lleva a aceptar información falsa más fácilmente en ciertas situaciones.
Lectura rápida
¿Qué revela el estudio?
Las personas tienden a creer mentiras cuando hay posibilidad de recompensa, especialmente de amigos.
¿Quién lideró la investigación?
El estudio fue liderado por Yingjie Liu de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Norte de China.
¿Cuándo se publicaron los hallazgos?
Los resultados fueron publicados el 17 de noviembre de 2025 en JNeurosci.
¿Cómo se realizó el estudio?
Se utilizó neuroimagen para observar la actividad cerebral de 66 adultos sanos en situaciones de "ganancia" y "pérdida".
¿Qué impacto tiene la amistad en la percepción de mentiras?
La actividad cerebral sincronizada entre amigos puede predecir la aceptación de engaños.





