La clave de la hidratación: agua y alimentos con líquidos en tu dieta diaria

El Día Mundial de la Hidratación se celebró este lunes, enfocándose en la necesidad de mantener una adecuada hidratación para la salud y subrayando el rol vital de beber agua y consumir alimentos ricos en líquidos para evitar la deshidratación. Mantenerse hidratado es crucial para el funcionamiento del organismo, ya que permite regular la temperatura corporal, facilitar la digestión, lubricar las articulaciones y transportar nutrientes.

Investigaciones recientes indican que el agua constituye entre un 50% y un 70% del peso corporal, variando este porcentaje según factores como la edad, el sexo y la complexión física de cada individuo. Por ejemplo, el cerebro humano está compuesto en aproximadamente un 75% de agua, los riñones en un 83% y el corazón en un 79%, resaltando así la relevancia de mantener niveles adecuados de hidratación para el correcto funcionamiento del cuerpo.

Una creencia común establece que se deben consumir "ocho vasos de agua al día", sin embargo, las necesidades de hidratación son distintas para cada persona, dependiendo de factores como el clima, la actividad física, la dieta y la altitud de la región donde se vive.

La recomendación general se sitúa entre 2 y 2,5 litros de agua diarios, aunque los expertos resaltan la importancia de atender a señales internas como la sed, la fatiga o el color de la orina para evaluar el estado de hidratación. Una orina de color amarillo oscuro y con mal olor puede ser un indicio de deshidratación, lo que resalta la necesidad de estar atentos a estos signos.

Además, se sostiene que no todos los líquidos son igual de efectivos para hidratar. Bebidas azucaradas, con cafeína o alcohólicas pueden provocar efectos adversos en la hidratación. Por ende, el agua continúa siendo la opción más recomendada, especialmente si es natural y baja en sodio.

Los profesionales del área recalcan que no es lo mismo hidratarse con agua que con refrescos; aunque ambos aportan líquido, las bebidas azucaradas añaden calorías vacías que a menudo se subestiman. Asimismo, las bebidas calientes como té o mate pueden tener un ligero efecto diurético si contienen cafeína, lo que disminuye su efectividad en cuanto a hidratación. En contraste, optando por bebidas frescas o a temperatura ambiente, especialmente en climas cálidos o durante la actividad física, se favorece la reposición de fluidos de manera más eficiente.

Se presenta también la interrogante sobre la conveniencia de consumir líquidos durante las comidas. Los especialistas coinciden en que beber agua durante las comidas no solo no afecta la digestión, sino que puede beneficiarla, además de contribuir a generar una sensación de saciedad que ayuda a controlar el apetito. Por lo tanto, incorporar agua en las comidas se sugiere como una práctica saludable dentro de una alimentación equilibrada.

“La hidratación no debe consideredarse como una obligación, sino como un hábito diario de cuidado personal. En este día tan especial, buscamos desmentir mitos y ofrecer información clara y accesible”, enfatizó Carolina Santillán, directora de marketing e innovación en Eco aguas y bebidas saludables. Además, resaltó que muchos individuos beben menos agua de la necesaria, pensando que infusiones, jugos o gaseosas ya les proveen la hidratación adecuada. Por esta razón, resulta fundamental educar sobre las diferencias entre la ingestión de líquidos y la verdadera hidratación para fomentar hábitos saludables.

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