El Día Mundial del Cáncer de Piel promueve la prevención y cuidado solar
Cada año, el 13 de junio se recuerda la importancia de prevenir el cáncer de piel a través de controles y protección solar adecuada.
13/06/2025 | 08:36Redacción Cadena 3
El Día Mundial del Cáncer de Piel se conmemora el 13 de junio con el objetivo de generar conciencia en la población sobre la importancia de la prevención y el cuidado dérmico, especialmente frente a la exposición solar. Este tipo de cáncer es fundamentalmente ocasionado por la sobreexposición a los rayos UV.
La dermatóloga Yael Borojovich enfatizó la relevancia de cuidar la piel, señalando que "la piel es nuestro órgano más extenso y uno de los más expuestos. Aunque el cáncer de piel representa una de las manifestaciones más comunes de cáncer a nivel global, también es una de las formas más prevenibles si se detecta a tiempo y se adoptan adecuadas prácticas de cuidado".
En el año 2022, se estimaron más de 1,5 millones de nuevos diagnósticos de cáncer de piel en el mundo, de los cuales aproximadamente 330 000 corresponden a melanoma, con unas 60.000 muertes atribuibles a esta enfermedad. Los cánceres de piel se clasifican en dos grupos principales: melanoma y no melanoma.
Diferencias entre melanoma y no melanoma
No melanoma: Este tipo de cáncer de piel es el más frecuente y, generalmente, curable. Predomina en personas mayores de 30 años y aparece mayormente en zonas expuestas al sol. Dentro de este grupo, existen diferentes presentaciones, que varían en su apariencia y comportamiento clínico:
- Carcinoma basocelular: Se presenta como úlceras que no cicatrizan, perlas en la piel o cambios de color sin lesiones previas. Principalmente aparece en rostro, cuello o brazos.
- Carcinoma espinocelular: Se caracteriza por un crecimiento acelerado, sangrado fácil y una textura áspera o costrosa.
- Lesiones en mucosa bucal: Surgen como manchas blancas (leucoplasia) que aumentan de tamaño y se ulceran, especialmente en individuos expuestos al sol o al tabaco.
Melanoma: Borojovich señaló que "es el tipo más agresivo de cáncer de piel y puede originarse de un lunar preexistente o como una nueva mancha. Aunque es menos común que los no melanomas, presenta un riesgo elevado debido a su capacidad para diseminarse rápidamente a otros órganos si no se detecta a tiempo. Se puede desarrollar a partir de un lunar existente que cambia de forma, tamaño o color, o aparecer como una nueva mancha en cualquier parte del cuerpo, incluso en áreas no expuestas al sol. Es más frecuente en personas jóvenes, sobre todo mujeres menores de 40 años, y está íntimamente relacionado con la exposición excesiva a los rayos ultravioleta, tanto por el sol como por el uso de camas solares. El diagnóstico temprano es esencial para aumentar las probabilidades de curación".
El diagnóstico anticipado del cáncer de piel incrementa significativamente las chances de un tratamiento exitoso. En la mayoría de los casos, el tratamiento es quirúrgico y localizado. El carcinoma basocelular, siendo el más habitual, suele resolverse por completo con la extirpación de la lesión y no conlleva riesgo de metástasis.
En contraste, el carcinoma espinocelular puede evolucionar de manera más agresiva si no se trata adecuadamente, lo que exige un seguimiento riguroso con controles trimestrales en el primer año y semestrales después de ese periodo.
El melanoma, por su parte, requiere atención inmediata. La terapia incluye cirugía y, en muchos casos, un seguimiento oncológico. Se aconsejan controles trimestrales durante el primer año, semestrales en el segundo y anuales después.
Factores de riesgo y control de lunares
Varios factores aumentan las probabilidades de desarrollar cáncer de piel. Conocerlos resulta crucial para implementar medidas de prevención y realizar adecuados controles:
- Exposición prolongada al sol sin protección.
- Uso de camas solares o lámparas de UV.
- Piel clara (fototipos I y II).
- Antecedentes personales o familiares de cáncer de piel.
- Quemaduras solares, especialmente en la infancia.
- Residencia en áreas de alta exposición solar.
Realizar controles regulares de lunares es una herramienta vital para detectar lesiones de manera temprana. Se recomienda un autoexamen mensual frente a un espejo grande, con ayuda para observar zonas de difícil acceso como la espalda, el cuero cabelludo o la región genital. Se deben prestar atención a cinco aspectos esenciales, conocidos como el método ABCDE:
- Asimetría: Los lunares simétricos suelen ser benignos; la asimetría puede ser un signo de malignidad.
- Bordes: Los bordes regulares y bien definidos indican lesiones benignas; los irregulares pueden ser una señal de alerta.
- Color: Los lunares de un color uniforme son menos preocupantes; los que presentan múltiples tonos son considerados sospechosos.
- Diámetro: Las lesiones menores a 6 mm generalmente son benignas; las que superan este tamaño requieren atención médica.
- Evolución: Cambios rápidos en el tamaño, forma, color o grosor del lunar no deben ser ignorados.
Además del control periódico, es fundamental adoptar medidas diarias para proteger la piel de los efectos nocivos del sol. Aplicar protector solar con FPS 30 o superior al menos 30 minutos antes de salir al aire libre es esencial. Reaplicarlo cada dos horas en verano y cada tres en invierno garantizan su efectividad" dijo la dermatóloga de Ospedyc.
Evitar la exposición directa al sol entre las 10 y 16 horas disminuye considerablemente el riesgo de quemaduras y daño cutáneo. Usar sombrero, ropa clara y gafas con filtros UV aumenta la protección contra los efectos nocivos de los rayos ultravioleta. Ante cualquier alteración, se debe consultar a un dermatólogo para su evaluación.
[Fuente: Noticias Argentinas]