El carry trade y la economía argentina
24/04/2025 | 14:15Redacción Cadena 3

Siempre he sentido curiosidad por cómo los movimientos económicos en Argentina generan tanto debate, y esta vez no es la excepción. Hace unos días, mientras charlaba con un amigo, salió a la luz un tema que me inquieta: ¿y si vuelve el famoso carry trade, esa bicicleta financiera que tanto conocemos? Me puse a reflexionar y quiero compartir con ustedes lo que pienso al respecto.
Para quienes no lo tienen claro, el carry trade es un mecanismo que aprovecha las diferencias entre el dólar y el peso. Imaginen que espero que el dólar baje o se mantenga barato: me paso a pesos, los coloco en un plazo fijo, y con la tasa de interés voy multiplicando mi dinero. Si logro anticiparme a una devaluación, ¡zas!, me cambio a dólares justo a tiempo y compro más dólares con esos pesos, incluso a un precio más bajo que cuando los vendí. La ganancia puede ser enorme. Esto ha pasado muchas veces en Argentina, y lo he visto con mis propios ojos: los gobiernos intervienen tanto en los mercados que crean precios artificiales, que todos sabemos que no duran. Cuando el dólar se mantiene barato de forma ficticia, el Banco Central vende reservas hasta que se queda sin nada, y al final, no queda otra que devaluar. Ahí es cuando algunos hacen grandes negocios especulativos, y no lo digo en un sentido negativo, porque la especulación también tiene su rol.
He escuchado a los críticos de la política económica del gobierno advertir que el dólar estaba demasiado bajo, que no podíamos producir nada competitivo. Luego, cuando se levantó el cepo, alertaron que la devaluación traería una inflación descontrolada porque el dólar se iba a disparar. Pero cuando el dólar no se disparó, cambiaron el discurso: ahora dicen que el carry trade beneficia a los amigos del gobierno, que fondos extranjeros traerán dólares, los cambiarán a pesos y los pondrán en bancos para aprovechar las tasas. Sin embargo, yo siempre he pensado que para que esto ocurra, el gobierno tiene que estar manipulando los precios artificialmente, y en el esquema actual, sinceramente, no veo las condiciones para que eso pase.
Ayer, por ejemplo, el dólar subió un 4,3% en todas sus variantes, y hoy sigue firme, subiendo sin pausa. Quienes se habían pasado a un plazo fijo para ganar un 3% mensual en pesos, con la suba del dólar, perdieron todo lo que esperaban ganar. Esto me hace pensar en cómo funcionan los mercados libres: son como un sistema que se autorregula. Si el dólar está muy barato, los importadores compran más, y eso hace que el dólar suba. Si está muy caro, los exportadores venden, hay más oferta de dólares, y el precio baja. Lo mismo pasa con las tasas de interés: si el dólar baja, todos nos pasamos a pesos, pero los bancos, al tener demasiados pesos, reducen las tasas. Si el dólar sube mucho, ofrecen tasas más altas para que nos quedemos en pesos. Es un equilibrio dinámico, donde la especulación, según los economistas, ayuda a regular los precios.
Cuando noto que el dólar está muy bajo, mi instinto es pasarme a pesos, pero luego los bancos se llenan de pesos, las tasas caen, y termino volviendo a dólares. Este vaivén genera una estabilidad inquieta, no perfecta, pero evita saltos abruptos. Y creo que eso es lo que Argentina está viviendo ahora: estamos descubriendo los precios reales de nuestra economía después de años de intervenciones, de gobiernos que emitieron pesos sin control y mantuvieron un dólar ficticio. Estamos buscando cuál es el valor del dólar y la tasa de interés con los que nuestra economía pueda funcionar de manera sostenible.
Por ahora, el temor al carry trade, ese cuco que tanto nos asusta, no se está cumpliendo. Y yo, desde mi perspectiva, creo que es una buena señal: tal vez estemos empezando a encontrar un equilibrio, aunque sea uno inquieto, que nos permita avanzar sin esos sobresaltos que tanto hemos sufrido.