Skay tocó ante miles de ricoteros bajo la "luna de Cosquín"

El show más esperado del tercer día fue el de Skay y Los Fakires que dieron el final a esta nueva edición del Cosquín Rock en Santa María de Punilla.

Luego del explosivo show de Illya Kuryaki and The Valderramas, Skay Beilinson subió al escenario con “Aves migratorias” para llamar la atención de todo el público ricotero.

“Gracias por tanto aguante. La verdad que ha sido duro”, fueron sus primeras palabras, en referencia a todos los contratiempos que tuvieron que pasar luego de la reprogramación de los días por el temporal desatado en Córdoba el domingo.

Luego sonó “Ya lo sabes” y “Cicatrices”, pero los seguidores enloquecieron cuando el cuarto tema que sonó fue “Ji ji ji “, el himno ricotero. A diferencia del año pasado que Skay culminó su show con este tema, en esta oportunidad decidió meterlo en el set de los primeros y avivar la llama desde el principio.

Pero el tiempo de Patricio Rey continuó con una asombrosa versión de “Superlógico” que mostró a Skay cercano al público, sólo en el escenario junto a su guitarra.

Luego siguió con “La bestia pop”, temas que el público cantaba con un grito ensordecedor. “Vamos los Redó”, gritaba una multitud excitada.

Antes de continuar con los clásicos ricoteros, Skay tocó también en formato acústico un tema de su disco “Talismán” (2004), “Paria”.

Como acostumbra, Beilinson lucía lentes celestes, sombrero, una camisa estampada, collar y remera básica. Sin más, sonó “Rock para los dientes” que permitió a miles de fanáticos remontarse al ‘89, cuando recién salía este tema en el disco “¡Bang! ¡Bang! Estás liquidado”.

El guitarrista aprovechó para agradecer nuevamente a José Palazzo, organizador del evento y a todos los presentes por estar allí y luego se pudo escuchar los primeros sonidos arabescos de “Luna de Fez”. Y al cantó: “Luna de besos furtivos, luna de arena/ luna de Cosquín (agregó) /Soy como un barco fantasma bajo tu luz”, provocando miles de gritos.

El silencio no existió en ningún momento de la hora y media que Beilinson estuvo sobre el escenario. El público enardecido por la fiebre ricotera no paraba de gritar “Ole ole ole” y “Vamos los Redo”.

Temas que no faltaton fueron “Falenas en celo”, “Flores secas” (dedicada al público), “El redentor secreto” y “Sombra golondrina”.

Tras una hora de show, los fans pudieron cantar, agitar banderas, saltar en pogos y disfrutar una vez más de la leyenda con “El pibe de los astilleros”.

Cerca del final, tuvo lugar “Oda a la sin nombre” y “Lejos de casa”. Con varias despedidas la banda terminó deleitando a sus seguidores con dos “bonus track”: “El sueño del jinete” y “Gengis Khan”.

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