Se intensifica el debate por la misa en latín tras filtración de documentos vaticanos
El debate sobre la misa en latín se intensifica con documentos que revelan la opinión de obispos, contradiciendo la posición del Papa Francisco y pidiendo revisiones litúrgicas.
02/07/2025 | 12:05Redacción Cadena 3
ROMA (AP) — La discusión dentro de la Iglesia Católica sobre la celebración de la antigua misa en latín se volvió más fuerte con la filtración reciente de documentos del Vaticano, justo al inicio del papado de León XIV. Dichos documentos contradicen la justificación que su predecesor, el papa Francisco, utilizó para limitar el acceso a esta liturgia.
Los textos revelan que la mayoría de los obispos católicos que participaron en una encuesta del Vaticano en 2020 se mostraron generalmente satisfechos con la misa en latín y señalaron que su restricción “haría más daño que bien”.
Los documentos, que fueron divulgados por Diane Montagna, una periodista que cubre la Santa Sede, contienen una evaluación de las respuestas obtenidas en la encuesta. Hasta ahora, el portavoz del Vaticano y el prefecto de la oficina doctrinal no han respondido a las peticiones para confirmar la autenticidad de los documentos ni han querido hacer comentarios al respecto.
De confirmarse, estas revelaciones podrían aumentar la presión sobre León XIV para que aborde las divisiones litúrgicas, especialmente en Estados Unidos, las cuales se agudizaron durante el papado de Francisco, que se extendió por 12 años. Desde su llegada al trono papal, León XIV ha expresado su deseo de lograr unidad y reconciliación en la iglesia, y muchos tradicionalistas consideran que la cuestión de la misa en latín requiere una solución inmediata.
En 2021, el papa Francisco había tomado la decisión controvertida de restringir el acceso a la misa tradicional, revirtiendo en parte el legado de su antecesor, el papa Benedicto XVI, quien había facilitado su uso. La misa en latín había sido celebrada universalmente antes de las reformas que se implementaron en los años 60 tras el Concilio Vaticano II, que permitieron que la liturgia se celebrara en el idioma vernáculo, con el sacerdote orientado hacia los fieles.
Francisco había argumentado que debía actuar en respuesta a la creciente división que había surgido tras la relajación de las restricciones por parte de Benedicto en 2007. En ese momento, el papa Francisco hizo hincapié en que su decisión respondía a los “deseos expresados” por muchos obispos a nivel global, quienes habían participado en la encuesta vaticana junto con la opinión de la oficina doctrinal.
En su carta, Francisco expresó que la situación que se había revelado le preocupaba y que era necesaria una intervención. Dijo que la flexibilización de las restricciones había sido utilizada para acentuar las diferencias y fomentar discordias que herían la cohesión de la iglesia.
Sin embargo, los documentos que han aparecido ofrecen una perspectiva diferente, sugiriendo que muchos obispos también veían con buenos ojos la reforma de Benedicto y advertían que limitarla podría llevar a tradicionalistas a abandonar la iglesia para unirse a sectas cismáticas. Aseguraron que cualquier modificación “dañaría seriamente la vida de la iglesia y recrearía tensiones previamente resueltas”.
Entre los documentos filtrados están una evaluación general de cinco páginas sobre los hallazgos de la encuesta, elaborada por la oficina doctrinal del Vaticano, y una compilación de siete páginas con citas de obispos y conferencias episcopales. Aunque también se incluyen algunas opiniones negativas y neutrales, la conclusión general señala que la mayoría de los obispos mostraron satisfacción con la situación actual, resaltando que había un aumento de vocaciones en comunidades tradicionalistas y que los jóvenes se sentían atraídos hacia la “sacralidad” de la misa tradicional.
No se conocen en detalle las evidencias que respaldaron la decisión de Francisco de revertir la postura de Benedicto. Desde el principio, el papa del momento manifestó críticas hacia los católicos tradicionalistas, a quienes acusó de ser retrógrados e incapaces de encajar en la misión evangelizadora del siglo XXI.
Los nuevos documentos han brindado consuelo a aquellos tradicionalistas que habían sentido el desprecio por parte de Francisco, tal como lo expresó Joseph Shaw, miembro de la Sociedad de la Misa en Latín de Inglaterra y Gales, quien indicó que las nuevas revelaciones demuestran que el Papa tomó decisiones en contra de la mayoría de los obispos. “Es urgente que León aborde este tema”, finalizó.
[Fuente: AP]




