Boca Juniors atraviesa su peor crisis deportiva en décadas bajo Riquelme

Tras la eliminación del Mundial de Clubes, Boca Juniors se encontró en una situación crítica que puso en jaque la gestión de Juan Román Riquelme.

El equipo tuvo un rendimiento deportivo muy bajo en un año marcado por competencias relevantes, como el Mundial de Clubes y La Copa Libertadores, convirtiéndose en uno de los peores años en la historia del club. El saldo es desastrozo: sin Copa Libertadores, sin Sudamericana y fuera de la lucha por los octavos de final del Mundial de Clubes.

Boca subestimó a rivales a los que consideró accesibles, lo que lo llevó al borde del abismo. Cayó ante Alianza Lima, lo que significó quedarse sin clasificación para la Libertadores ni la Sudamericana. Además, perdió con Independiente en los cuartos de final del Torneo Apertura; y tras una actuación desastrosa, selló su destino con un 1-1 ante Auckland City de Nueva Zelanda, quedando eliminado del Mundial de Clubes en la fase de grupos.

Todos los rivales que lo dejaron fuera de competiciones importantes, con el Auckland en el primer puesto. Este club, formado por futbolistas con trabajos paralelos al fútbol, compite en las principales ligas de Oceanía y ocupa la cuarta posición en el campeonato de Nueva Zelanda, con un total de 16 goles en contra en la clasificación del campeonato.

La situación es crítica para los jugadores, el cuerpo técnico y los directivos que defienden la camiseta azul y amarilla de Boca Juniors.

Las causas del desastre del “Azul y Oro” son evidentes: estrellas internacionales, como Edinson Cavani, que no encuentran su lugar en el campo, incorporaciones millonarias que no rinden, como Alan Velasco, y el cambio abrupto en el cuerpo técnico, que pasó de Fernando Gago a Miguel Ángel Russo en un momento crucial. Este panorama catastrófico enfrenta a un club que había ganado 6 Copas Libertadores y 3 Intercontinentales. Sin cambios significativos, podría convertirse en una cultura perdedora que afecte su futuro.

Aunque se pueden realizar múltiples análisis deportivos, hay un gran responsable por la debacle de uno de los grandes equipos de Argentina y Sudamérica: la figura que tiene la autoridad para transformar la situación interna es Juan Román Riquelme, quien previamente había afirmado que "este sería un año divertido".

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