Arranca la Libertadores, esa hermosa obsesión

Diego Borinsky

Un número redondo, bien redondito. Mañana arranca la fase de grupos de esa obsesión llamada Copa Libertadores de América. La fase de grupos de la edición N° 60 de la competencia de clubes más importante de este continente que, para estar a tono con su hermana mayor y que cautiva al mundo, la glamorosa Champions League, por primera vez en la historia se definirá a partido único en un escenario ya elegido desde antes del comienzo y que en 2019 la albergará nuestro país hermano Chile. Se pasó del Santiago Bernabéu a Santiago de Chile.

Mañana largarán tres de los seis equipos argentinos que participan en la fase de grupos, ya que Talleres (al igual que Banfield en la edición de 2018) se quedó en la segunda llave del repechaje, a un pasito nomás. Pasado mañana darán el puntapié inicial otros dos equipos y el jueves cerrará el restante. Pasando en limpio: este martes debutan Godoy Cruz recibiendo a Olimpia de Paraguay, San Lorenzo visitando a Melgar en Arequipa (Perú) y en último turno, Boca haciendo lo propio con Jorge Wilstermann en Cochabamba (Bolivia). El miércoles, el campeón River se estrenará en Lima ante Alianza Lima y Rosario Central recibirá a Gremio, mientras que el jueves Huracán será local de Cruzeiro.

Los clubes argentinos han tenido muy buenas actuaciones en los últimos años en la Libertadores. Han predominado por sobre los representativos brasileños. De las últimas 5 Copas, por caso, Argentina se quedó con 3 (San Lorenzo en 2014, River en 2015 y 2018) y además hubo otros dos finalistas de nuestro país: Lanús en 2017 y Boca en 2018. El punto culminante lo alcanzó en la edición reciente: los 6 clubes participantes se clasificaron a los octavos de final, un 100 por ciento de eficacia. Luego, Estudiantes y Racing se quedaron en octavos, Independiente y Atlético no pudieron superar los cuartos de final, y River y Boca –ya fue dicho- alcanzaron la cita máxima.

Da toda la sensación, observando el presente de los 6 equipos participantes de nuestro país, que va a ser muy difícil repetir una campaña como la del año pasado. De hecho, 4 de los 6 hoy atraviesan un presente muy flojo. Godoy Cruz se quedó sin técnico en apenas 6 partidos en el año (Marcelo Gómez) y desarmó su plantel; inclusive, este fin de semana se quedó sin Fabrizio Angeleri, su lateral izquierdo titular.

Huracán, con el regreso de uno de sus hijos pródigos (el Turco Mohamed), apenas pudo ganar 1 partido de 7, y viene de caer con Unión y Patronato. Rosario Central, que llegó a esta Copa por haber ganado la Copa Argentina a fin de año, echó al entrenador que logró que el Canalla diera una vuelta olímpica después de 24 años (el Patón Bauza) no ganó aún en 2019: 7 partidos de Superliga y uno por Copa Argentina, en la que fue eliminado por el modesto Sol de Mayo, del Argentino A. Y por último nos queda San Lorenzo, que acumula una racha diabólica de 13 presentaciones sin triunfos, 10 de ellas con Jorge Almirón en el banco.

De los otros dos equipos que restan, habrá que ver cómo se recompone anímica y futbolísticamente Boca Juniors tras el mazazo de perder la última final en Madrid. Gustavo Alfaro, uno de esos líderes que irradian paz, ha logrado encaminar a Boca en los resultados después de algunas dudas (no tanto en el juego) pero habrá que ver cómo reacciona en este escenario continental donde los hinchas tienen depositadas todas sus ilusiones y ambiciones. Y por último está River, que después de un inicio de año muy flojo (tres derrotas en la Superliga) volvió a encontrar un funcionamiento aceitado. Además, dispone de muchas más variantes en ofensiva, con la compra de Matías Suárez y la recuperación de Ignacio Scocco.

Mañana larga la 60ª edición de la Copa Libertadores de América, entonces. Argentina intentará mantener el predominio histórico de la competición (ganó 25, contra 18 de los equipos brasileños y 8 de los uruguayos), pero a diferencia de la edición pasada, la afronta con un potencial de equipos disminuidos. Veremos cómo se irán acomodando en el camino.