La cremación no es la única opción para fallecidos por Covid
El obispo de Río Gallegos, Jorge García Cuerva, dijo a Cadena 3 que esa práctica no es obligatoria. Hizo un estudio sobre el tema en base a su conocimiento en historia sobre protocolos de despedida.
18/03/2021 | 22:52Redacción Cadena 3
Una de las mayores consecuencias de la pandemia fue la imposibildad y difícil vivencia de no poder despedir a un ser querido que fallece por Covid-19 ante el supuesto de que los cuerpos son focos de contagios.
Sin embargo, monseñor Jorge García Cuerva rompió con la idea de la "obligación" de cremar los cuerpos y, siendo un especialista en el tema, impulsó protocolos para una despedida digna.
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El obispo de la diócesis de Río Gallegos es licenciado en Historia y se recibió con una tesis que abordaba la epidemia de la fiebre amarilla en 1871 en Buenos Aires.
"Fue una enfermedad que arrasó con el 8 por ciento de su población. En ese momento, fue un gran tema de preocupación el contagio de los cuerpos, porque en aquella época se hablaba de las miasmas, que eran supuestos efluvios que emanaban de los cuerpos", explicó en diálogo con Cadena 3.
Además, hizo una tesis de Derecho Canónico sobre la legislación funeraria de exequias y cementerios. La complementación de ambos trabajos finales lo llevaron a discutir los protocolos implementados para los ritos funenarios en la pandemia del nuevo coronavirus.
"Estaba esta idea o costumbre de que las personas fallecidas por Covid-19 deben ser cremadas porque el cuerpo es foco de contagio. Es decir, repetíamos lo mismo de hace 150 años", señaló.
Ante esto, García Cueva se puso en campaña en búsqueda de normativas del Equipo Médico Forense de la República Argentina, del Ministerio de Salud de la Nación y de la Organización Mundial de la Salud.
"Todos aclaran que el cadáver no es foco de infección si puede ser resguardado en bolsas herméticas. En segundo lugar, tampoco existe un artículo que obligue la cremación", declaró.
En este sentido, precisó que los familiares cuentan con múltiples opciones: cremación, inhumación, bóveda, nicho e incluso el traslado al exterior de la persona fallecida.
Además, indicó que la ciencia médica hasta el momento no pudo determinar que los cuerpos sean de contagio. "En realidad lo que puede ser foco de infección son los velatorios en lugares cerrados", añadió.
Una vez estudiado los protocolos, monseñor acudió al cementerio de Río Gallegos, refutó dicha idea que se instaló en la sociedad y presentó un protocolo alternativo, el cual fue aceptado.
"La ceremonia funeraria era inhumana: una ambulancia cerrada en la puerta del cementerio, el cuerpo adentro y con la gente rodeando el vehículo, una oración de 5 minutos y de ahí derecho al crematorio", describió.
Opinó que se trataba de una imagen "muy dura" y que como pastor de la iglesia se vio obligado a actuar para que el acto de despedida "sea lo más humano posible".
"Los ritos funerarios de cada familia son muy personales y particulares, y todos merecen absoluto respeto. Hay mucha gente de barrios populares que no quieren cremación", reflexionó.
Luego, concluyó: "En la cultural actual hablar de la muerte es un tema casi prohibido. Por eso no tenemos velorio o no cuidamos los cementerios.
Y sin embargo, la pandemia nos a demostrado que la muerte es parte de la vida, que es un momento difícil, pero que tenemos que defender".
Entrevista de Alejandro Bustos.