El puesto más ingrato: cómo conviven los buenos arqueros con el error

Gabriel Rodríguez

El fútbol de Córdoba está en buenas manos. Guido Herrera en Talleres, Nahuel Losada en Belgrano y Manuel Roffo en Instituto se han convertido en verdaderas garantías para sus equipos. Eso es innegable. Pero errar es humano, y hasta los mejores profesionales pueden tener una mala noche, o incluso, una mala salida.

Y sin embargo, después de un error evidente, hay arqueros son capaces de volver a ponerse los guantes el próximo fin de semana y ser las figuras de la cancha. Después de su error contra River, Guido Herrera fue figura contra Riestra. Tras su pifie contra Independiente, Roffo fue una muralla contra Huracán. Y tras una mala salida contra Platense, Losada se convirtió en héroe tapándole un penal a Nahuel Bustos.

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Los hinchas de Instituto comenzaron a ovacionar a Roffo tras el error en el gol de Independiente #LPFxTNTSports pic.twitter.com/17FncEUjE0

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La pregunta, entonces, es la siguiente: ¿cómo hacen los buenos arqueros para dar vuelta la página después de mandarse una macana bajo los tres palos? La Previa habló con 5 ex arqueros que nos contaron los secretos de un puesto ingrato y cómo se recuperan los hombres de guantes tras un error de esos que los hinchas no se olvidan más.

El uruguayo Carlos Goyén brilló durante años en el arco de Independiente y llegó a ganar una Copa Libertadores y una Intercontinental. Así y todo, como todos los arqueros, recuerda hasta hoy una mala jugada que hizo en 1981 y le costó un gol en contra, justo contra el Boca de Maradona: “Hasta el día de hoy los hinchas se acuerdan de ese gol”.

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Para Goyén, los errores no solo son inevitables, sino que te pueden convertir en un mejor arquero. Y el secreto para recuperarse no es otro que seguir entrenando y ser fuerte de la cabeza.

Rubén del Olmo atajó durante varios años en Instituto, Belgrano y Racing de Nueva Italia, y cree que la clave está en no demostrar que uno sintió el impacto. Quedó grabado en su memoria un error que cometió jugando en Bolivia y que incluso salió en la tapa del diario: “Mis compañeros me cargaban con esa jugada en el avión de vuelta”.

Para Del Olmo, la solución es sencilla: hay que ganar la próxima fecha para recuperar confianza lo antes posible.

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RIVER PEGÓ EN EL ARRANQUE ????

Pablo Solari sacó un remate desde afuera del área y a Guido Herrera se le escapó para el 1-0 del Millonario ante Talleres#LPFxTNTSports pic.twitter.com/ibNxqhGmId

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Ramón Álvarez, ex arquero de Instituto e histórico entrenador de La Agustina, cree que hay una diferencia muy importante entre los errores de concepto y las jugadas propias de un partido: “Lo de Herrera y Roffo fueron accidentes, son grandes arqueros.

Álvarez no se olvida de un error que cometió en un partido contra Boca, pero también destaca que el fútbol, aun para los arqueros, también da revancha.

Gustavo Caminos defendió en más de 200 partidos el arco de la “Academia” de Nueva Italia, y plantea que un arquero puede cometer un error y aun así tener un buen partido.

La diferencia clave es que, a diferencia de sus compañeros, el arquero queda expuesto ante cualquier equivocación: “El error del arquero se paga con un gol”.

Marcelo Misetich, histórico entrenador de arqueros de Belgrano, celebra el momento que están atravesando los “unos” de Belgrano, Talleres e Instituto: “Herrera, Losada y Roffo le hacen bien a sus equipos”.

Como conclusión, Misetich entiende que equivocarse es parte del puesto, y entiende que es el “más ingrato” del fútbol.

Sobre los arqueros, el uruguayo Eduardo Galeano escribió alguna vez: “Los demás jugadores pueden equivocarse feo una vez o muchas veces, pero se redimen mediante una finta espectacular, un pase magistral, un disparo certero: él no. La multitud no perdona al arquero. (...) Con una sola pifia, el guardameta arruina un partido o pierde un campeonato, y entonces el público olvida súbitamente todas sus hazañas y lo condena a la desgracia eterna. Hasta el fin de sus días lo perseguirá la maldición”.

Guido Herrera, Nahuel Losada y Manuel Roffo han cometido errores, y seguramente volverán a cometerlos. Pero han demostrado tener la entereza para aceptarlos, levantar la cabeza y seguir siendo salvadores de Talleres, Belgrano e Instituto respectivamente.

Con sus errores, con sus pifias, con sus jugadas desafortunadas, hay algo que es innegable: la ilusión de los hinchas de Córdoba está en buenas manos.