Defendieron a un compañero gay y los expulsaron del colegio

El Colegio Santa María de Salta quedó en el centro de la polémica por la expulsión de cuatro alumnos que se manifestaron en contra de un acto de homofobia de un preceptor.

En octubre pasado, un estudiante de cuarto año asistió al colegio con una pulsera con los colores del colectivo LGBT. Esto provocó el hostigamiento de un preceptor, quien obligó al joven a quitársela, seguido de un reproche por utilizarla. Días después, la institución debió disculparse por lo ocurrido a través de una carta.

A finales de ese mes, el colegio haría valer su "derecho de admisión" expulsando a cuatro compañeros de la víctima, que tras lo ocurrido habían manifestado el apoyo a su amigo a través de una imagen que circuló sólo cuatro horas en redes sociales.

"Mi cliente junto a otros tres compañeros repudiaron esto a través de una foto en Internet: una mano haciendo fuck you frente a una remera del colegio", detalló Carlos Humberto Saravia, abogado de uno de los adolescentes afectados.

Luego de que un integrante de la comunidad educativa advirtiera que la imagen circulaba en redes sociales, los jóvenes fueron citados por las autoridades para dar explicaciones. Además de sacarla de circulación, los estudiantes presentaron disculpas por escrito, pero el colegio no estaba dispuesto a dejarlo pasar.

"La Ley 7.934 aquí en Salta reconoce el derecho de admisión para los colegios, pero lo que se discute es si este se ejerce al momento de ingresar o si cada año se puede hacer valer nuevamente", expuso Saravia, que destacó: "Mi cliente tiene un promedio de 8,60 y ninguna sanción disciplinaria en 12 años".

La familia de un adolescente de 16 años presentará una denuncia ante la a delegación local del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).

Jorge, el padre del joven, sostuvo en declaraciones a Cadena 3, que las autoridades del colegio utilizaron una forma de "invisibilizar y condenar" a su hijo, aunque las autoridades del colegio finalmente desistieron de su actitud y pidieron disculpas.

Según relató el hombre, su hijo "con motivo de visibilizar su orientación sexual portaba una pulsera multicolor LGBT y fue abordado por un tutor, quien le pidió que se la quitase".

"Le dijo que atentaba contra los valores del colegio y que resultaba provocativo. Sin ningún raparo abordaron un tema vinculado a su privacidad", consideró. Finalmente y después del tenso debate, la directora le dijo que si era tan importante para el chico la pulsera, que la siga usando.

La versión del colegio, a través de un comunicado oficial, indica que "un alumno de cuarto año, que manifestó libremente su identidad de género (SIC), se lo respetó como se los respeta a todos los integrantes del colegio y se lo acompañó como se lo hace con todos los alumnos".

"En cuanto al episodio de la pulsera que portaba, se aclara que el equipo directivo, en una entrevista personal realizada ese mismo día, lo escuchó y atento a sus manifestaciones, realizó una excepción al reglamento que ya era conocido por el alumno, autorizando su uso hasta el último día de clases", añadió.

En ese contexto, se remarcó que el chico "no solo sigue siendo alumno regular de la institución sin habérsele aplicado ninguna sanción por este tema, sino que también se ha aceptado su matriculación para el ciclo 2019", pese a lo cual la familia tomó la decisión de cambiarlo de colegio.

En cuanto a los compañeros que no serán admitidos, indicaron que esa situación se produjo porque "habían cometido una falta grave contra la institución, al subir a las redes una foto con un gesto obsceno hacia el escudo del colegio y, por ende, al ideario institucional, junto a un insulto agraviante".

Informe de Elisa Zamora.