Se acelera la definición por el manejo de la Defensoría del Pueblo

Guillermo López

Las conversaciones empezaron hace meses pero aún no tienen definiciones concretas.

Esa es la realidad en la que coinciden todos los consultados para saber quién ocupará el cargo que Mario Decara detenta, desde hace 15 años, al frente de la Defensoría del Pueblo. El radical dejaría ese cargo en mayo.

Al menos tres de sus correligionarios se anotan en la carrera. Aunque si no hay acuerdo entre los boinas blancas, Hacemos Unidos por Córdoba amaga con imponer su número en la Unicameral para designar a tropa propia.

Detrás de la rosca está un acuerdo legislativo no escrito que deja la Defensoría a la primera minoría opositora.

Por estos días es el que más chances tiene de quedarse con esa "vidriera" es el exconcejal Juan Negri, quien busca apoyo entre los legisladores propios -y algunos extraños- para tomar esa colina.

Otro de los anotados es Julio Ochoa, de estrecha relación Mario y Juan Negri. El actual tribuno de Cuentas de la Municipalidad ofrece un enroque tentador para la dupla De Loredo-Ferrer: si asume como Defensor del Pueblo su lugar en el organismo de contralor queda para Esteban Bría. Deloredista de pura cepa, Bría tiene experiencia en esas funciones.

Pero los armadores que conocen la táctica y la estrategia final subrayan que Negri tiene un acuerdo con Marcos Ferrer y Rodrigo De Loredo para renovar generacionalmente al radicalismo y, al mismo tiempo, Ochoa demostró que con el caso de los uniformes de la Guardia Urbana Municipal sabe controlar.

Como sucede en el centenario partido, sobran los anotados en la línea de largada. Algunos nombran a Marcos Carasso como sucesor de Decara. Por ahora una avanzada casi sin envión.

En la otra vereda - y sin que por ahora haya acuerdo legislativo en las filas del radicalismo-, el peronismo dejó trascender que Francisco Fortuna podría asumir el cargo. El médico nacido en Oncativo, de mucha confianza del exgobernador Schiaretti, siempre es un as que guarda el PJ a la hora de negociar.

En pocas semanas el gobernador Martín Llaryora deberá proponer un nombre para el cargo pero eso sucederá cuando haya acuerdos previos. Sería inoportuno para el primer mandatario provincial otro chisporroteo en la equilibrada Unicameral.

Incluso hay quienes dicen que Decara podría pedir una prórroga en su cargo y luego una licencia y que en su lugar asuma el defensor adjunto, Hugo Pozzi.

Finalmente, hay quienes no descartan que la definición del nuevo Defensor del Pueblo esté atada al lugar que la UCR tiene que renovar en el Ersep. Pero esa es otra rosca.