La selección argentina de vóley masculino venció a Gran Bretaña y pasó a los cuartos

La joven selección argentina de voleibol avanzó ayer a cuartos de final del torneo olímpico masculino, tras vencer cómodamente por 3-0 al inexperto anfitrión del Reino Unido y ahora se prepara para recibir a Brasil o Rusia, conscientes de que saldrán "a matarlos".

La albiceleste se impuso con parciales de 25-18, 25-18 y 25-15 en una hora y 15 de partido y avanza tercera, con nueve puntos, a los cuartos de final por delante de Italia, que más temprano cayó con el líder Bulgaria y cierra el grupo A cuarto con ocho unidades.

Australia, que por poco estuvo dentro del top 4 tras vencer a Polonia, queda eliminada junto a Gran Bretaña, que sale del torneo sin conocer la victoria o un set ganado (terminan con 15 sets perdidos).

"Estoy contento, hemos pasado", dijo el entrenador Javier Weber, que celebró la evolución del sexteto que termina con tres victorias -la más importante frente a Bulgaria- y dos derrotas "de las que se aprendió mucho".

La nueva generación del voleibol argentino (24 años en promedio) llegó a Londres-2012 después de ocho años fuera de citas olímpicas. "Después de estos Juegos van a dejar de ser pibes y pasarán a ser un equipo de hombres. Es un equipo con un gran futuro, pero también con un gran presente", dijo Weber.

Al clasificarse tercera, Argentina aún desconoce su próximo rival, que está entre Rusia y Brasil.

"Me da exactamente lo mismo a quien enfrentemos. Argentina es un equipo bueno", lanzó el estratega, que considera que Brasil es un rival con un juego similar y sin la altura de los rusos.

"Los dos equipos apuntan a ser campeones, van a salir a matarnos", proyectó el puntero estrella del equipo Facundo Conte, hijo de Hugo Conte, integrante del equipo ganador de la único bronce que Argentina ganó en la disciplina en 1988.

"Tenemos que convencernos que podemos ganarle a cualquiera. Si

jugamos nuestro mejor voleibol podremos extender y forzar la victoria", comentó por su parte el capitán Rodrigo Quiroga, que por cierto "está cansado" de la etiqueta de "pibe" y prefiere la de "hombre".

Argentina se lució con un juego constante, suelto, sin sorpresas y mantuvo siempre un marcador abierto frente al débil rival británico.

Así, el partido comenzó como se esperaba y como terminó, con la

victoria albiceleste. No habían pasado cinco minutos cuando el marcador estaba 4-0 a favor de los albicelestes -por cuatro errores de Bakare, French, Plotyczer y McGivern- y a los 6, ya estaba en 8-6.

El público a favor de los anfitriones británicos celebraba eufórico cada punto que pudiera recortar la ventaja, pero un remate de Conte, Crer o Pereyra dejaba al público con un resignado ohh.

"Vamos chicos, ¿qué pasa?" protestaba el entrenador Harry Brokking a sus jugadores, cabizbajos y con caras largas, en los tiempos técnicos. Pero la charla tuvo un efecto temporal y los british comenzaron a bloquear mejor y atacar por el medio, pero Argentina no tardaba en reaccionar.

Weber decidió no desgastar a sus titulares, pensando ya en cuartos de final, y dejó entrar a todos los jugadores.

Por el grupo B aún juegan Estados Unidos-Túnez y Brasil-Alemania.

Al terminar la jornada se realizará el sorteo de los juegos de cuartos.

Los argentinos están bastantes claros en que ésta seguramente fue su última victoria, pero queda la experiencia. Hugo Conte expresó a su hijo "lo increible, lo inexplicable, lo más grande para un atleta" que es estar en unos Olímpicos.

"Es muy lindo completar este sueño, queda ahora el sueño de la medalla que si no se cumple en estos, será en los próximos o en los que vienen", lanzó Facundo, que asegura no quiere pensar en eso ahora sino enfocarse en el próximo juego, que a fin de cuentas "es el partido de nuestras vidas".

Informe de Jorge Parodi, enviado especial de Cadena 3.