Investigación de la Universidad de Viena
02/12/2025 | 12:05
Redacción Cadena 3
A pesar de los avances en medicina, las infecciones causadas por virus y bacterias continúan siendo una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Esto ha generado un renovado interés científico en comprender si ciertos nutrientes pueden influir en el sistema de defensa del organismo. Un equipo liderado por Ina Bergheim del Departamento de Ciencias Nutricionales de la Universidad de Viena demostró por primera vez que los monocitos, un grupo de importantes células inmunitarias presentes en el torrente sanguíneo, reaccionan de manera más intensa a las toxinas bacterianas tras el consumo de fructosa, y esta reacción resulta ser perjudicial en lugar de protectora. Los investigadores encontraron que los niveles de receptores que reconocen las toxinas bacterianas aumentaron, lo que hace al organismo más propenso a la inflamación. Los resultados fueron publicados en la revista Redox Biology.
Para investigar este efecto, los investigadores realizaron dos estudios aleatorizados con adultos sanos. Compararon la respuesta inmunitaria tras el consumo de bebidas endulzadas con fructosa frente a aquellas endulzadas con glucosa. El equipo también examinó monocitos aislados y utilizó pruebas de cultivo celular para explorar los mecanismos biológicos subyacentes con mayor detalle.
La fructosa aumenta los receptores de detección de toxinas en las células inmunitarias
Los hallazgos mostraron que la ingesta de fructosa, a diferencia de la glucosa, provocó mayores concentraciones del receptor tipo Toll 2 en los monocitos. Este receptor desempeña un papel clave en el control de la reacción del sistema inmunitario. El aumento de este receptor se vinculó a una mayor sensibilidad al ácido lipoteicoico, una toxina bacteriana. "La concentración de receptores para tales toxinas en el organismo aumentó, lo que significa que la respuesta inflamatoria se intensificó", explicó Ina Bergheim. Los investigadores también informaron un aumento en la liberación de mensajeros proinflamatorios, incluyendo interleucina-6, interleucina-1ß y factor de necrosis tumoral-alfa.
"Estos hallazgos contribuyen de manera importante a comprender cómo los componentes alimentarios individuales, y en particular la fructosa, pueden influir en el sistema inmunitario", afirmó Bergheim. "Indican que incluso el consumo a corto plazo de fructosa en personas sanas puede influir en el sistema inmunitario y aumentar la inflamación".
Implicaciones para la salud del consumo elevado de fructosa
Según los investigadores, trabajos futuros deberían examinar cómo el consumo elevado de fructosa a largo plazo podría afectar la función inmunitaria y el riesgo de infecciones, especialmente en personas que ya enfrentan desafíos de salud como la diabetes mellitus tipo II o la enfermedad del hígado graso, que se asocia con disfunción metabólica. "El azúcar, especialmente la fructosa presente en bebidas azucaradas y dulces, ha sido sospechada durante mucho tiempo de aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas; esto necesita ser investigado", concluyó Bergheim.
¿Qué efecto tiene la fructosa en el sistema inmunitario?
La fructosa puede sensibilizar las células inmunitarias, aumentando su respuesta a toxinas bacterianas.
¿Quién lideró el estudio sobre la fructosa?
El estudio fue liderado por Ina Bergheim de la Universidad de Viena.
¿Cuándo se publicaron los hallazgos?
Los resultados fueron publicados el 30 de noviembre de 2025.
¿Dónde se llevó a cabo la investigación?
La investigación se realizó en la Universidad de Viena.
¿Por qué es importante este estudio?
Los hallazgos sugieren que el consumo de fructosa puede aumentar el riesgo de inflamación y complicaciones en personas con enfermedades metabólicas.
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