Receta de galletas danesas de mantequilla: un clásico irresistible

Las galletas danesas de mantequilla, conocidas por su emblemática lata azul, evocan recuerdos de la infancia para muchos. Este dulce, que solía ser un capricho familiar, se ha convertido en un clásico en los comercios y en las cocinas de quienes disfrutan hornear. Para recrear esta delicia en casa, se puede seguir una receta inspirada en el reconocido chef Pierre Hermè, publicada en el blog Kokken. Aunque el sabor no sea idéntico al de las galletas de la famosa caja, el resultado es igualmente delicioso.

La clave para lograr unas galletas excepcionales radica en utilizar la mejor mantequilla disponible. A continuación, se detallan los ingredientes necesarios para preparar aproximadamente 30 unidades:

Mantequilla sin sal atemperada: 190 g

Sal gruesa: media cucharadita

Esencia de vainilla: un cuarto de cucharadita

Azúcar glasé tamizado: 80 g

Clara de huevo a temperatura ambiente: 30 g

Harina de repostería: 230 g

Azúcar para decorar

La elaboración de estas galletas es sencilla. Se comienza colocando la mantequilla ablandada en un bol profundo y se añade la sal. Con una batidora de varillas, se bate hasta obtener una textura cremosa. Luego, se incorpora el azúcar glasé y se mezcla durante unos minutos hasta conseguir una mezcla esponjosa y homogénea. A continuación, se añade la esencia de vainilla y la clara de huevo, batiendo ligeramente.

El siguiente paso consiste en agregar la harina, mezclando bien hasta obtener una masa suave y homogénea. Se divide la masa en dos partes, se envuelven en plástico film formando discos finos y se dejan enfriar en la nevera durante al menos una hora.

Mientras la masa reposa, se precalienta el horno a 175ºC y se preparan bandejas con papel sulfurizado. Una vez transcurrido el tiempo de reposo, se estira una porción de masa sobre el papel o una superficie ligeramente enharinada, dejando un grosor de 4 a 5 mm. Se recortan las galletas con el cortador adecuado y se distribuyen en las bandejas, decorando con azúcar si se desea.

Las galletas se hornean durante unos 10 minutos, o hasta que comiencen a dorarse. Tras sacarlas del horno, se deben dejar enfriar unos minutos antes de pasarlas a una rejilla para que se enfríen completamente.

Para conservar las galletas danesas de mantequilla, se recomienda guardarlas en un recipiente hermético en frío. Si se cuenta con una clásica caja azul metálica, mucho mejor, ya que además de ser un buen contenedor, añade un toque nostálgico. Estas galletas son ideales para acompañar un café o té a media tarde, convirtiéndose en un deleite para cualquier ocasión.