Evo Morales reafirmó su compromiso con Bolivia y la lucha contra el racismo

El expresidente boliviano Evo Morales afirmó que no abandonará el país y que proseguirá con la lucha que lidera su sector social, a pesar de lo que describió como un nuevo brote de "racismo", similar al que vivió durante las elecciones presidenciales de 2019. En su programa radial transmitido por Kawsachun Coca, Morales declaró: "Que el pueblo sepa: esta lucha va a continuar, porque hay una decisión del movimiento indígena (de seguir adelante)". En un mensaje dirigido a sus bases en el Trópico de Cochabamba, su bastión político, el exmandatario boliviano enfatizó que su objetivo no es buscar el poder, sino defender a los sectores más humildes de la nación. Reiteró que su lucha es por la economía y por Bolivia.

Morales, quien en 2019 se vio obligado a abandonar la Presidencia debido a una grave crisis postelectoral, descartó la posibilidad de salir del país nuevamente. "Solo no quiero que me maten, nada más. Y no voy a huir de Bolivia. Voy a acompañar hasta el último esta lucha", dijo con firmeza. Además, denunció que su sector político ha sido blanco de amenazas, ataques y persecuciones, situaciones que nuevamente calificó de "racismo" y "fascismo", al igual que ocurriera en 2019.

Las declaraciones del político boliviano se producen en un contexto de creciente tensión económica, social y política, exacerbada por los bloqueos de caminos en diversas regiones del país por parte de sectores que apoyan a Morales. Sus simpatizantes exigen la renuncia del presidente Luis Arce y critican su exclusión como candidato presidencial para las elecciones programadas para el 17 de agosto próximo, donde intentaría un cuarto mandato, aunque fallos constitucionales prohíben la reelección en Bolivia.

Las movilizaciones en Bolivia han resultado en al menos cinco muertes, incluyendo a cuatro policías y a un civil, como consecuencia de los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad en varios puntos bloqueados de la nación.