Tensión en Bolivia: enfrentamientos dejan cuatro policías muertos durante bloqueos

La situación en Bolivia se tornó crítica tras los enfrentamientos que resultaron en la muerte de al menos cuatro efectivos policiales. Los incidentes ocurrieron durante un operativo para desbloquear carreteras que han permanecido bloqueadas por opositores al gobierno durante 11 días. La demanda principal de los manifestantes gira en torno a la habilitación del exmandatario Evo Morales como candidato para las próximas elecciones.

El ministro de Justicia, César Siles, comunicó la muerte del teniente Christian Calle Alcón, quien se suma a la lista de uniformados que fallecieron en acción. Este operativo buscó despejar arterias de vital importancia, las cuales separan el oriente del occidente del país. El clima de tensión se intensificó a medida que se acercaban las elecciones presidenciales programadas para el 17 de agosto.

En una conferencia de prensa, Siles expresó: "Ya son cuatro los efectivos policiales que han perdido la vida. Se están utilizando armas de fuego, incluso francotiradores". Estas declaraciones fueron realizadas en las instalaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen en La Paz.

Este miércoles, la violencia escaló nuevamente durante un operativo de desbloqueo en Llallagua, Potosí, donde el presidente Luis Arce reafirmó que no renunciará a su cargo y prometió restaurar la calma utilizando todos los recursos constitucionales disponibles.

Los incidentes se intensificaron cuando grupos alineados con el expresidente Morales emboscaron a los policías destinados a despejar una carretera en el occidente del país. El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, reportó el fallecimiento del subteniente Carlos Apata Tola, quien fue el segundo uniformado muerto en dicho operativo. Expresó: "Fueron vilmente asesinados por impactos de bala mientras cumplían su deber de proteger a la ciudadanía".

Días previos también se confirmó la muerte del subteniente Jorge Barrozo Rodríguez, perteneciente al Grupo Delta en Oruro, quien, a su vez, dejó a su compañero, el capitán Daynor Miranda, con heridas graves que requirieron hospitalización.

El viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, describió el ataque como una "emboscada criminal". Afirmó: "Este no fue un enfrentamiento. Fue una emboscada. Los policías actuaron con armas no letales, usando únicamente gases lacrimógenos".

Imágenes en redes sociales mostraron a varios policías siendo atacados, así como autobuses incendiados y vehículos oficiales destrozados durante los disturbios.

Incidente con autobús policial

Un autobús que transportaba efectivos al lugar de los hechos fue incendiado por los manifestantes en medio del descontrol.

Al mediodía de ese mismo día, el presidente Arce anunció el despliegue de un contingente de policías y militares con el objetivo de recuperar el control de las rutas cruciales que conectan las diferentes regiones del país. Arce indicó: "Hemos instruido tanto a la Policía Boliviana como a nuestras Fuerzas Armadas para realizar un operativo de desbloqueo en la carretera Oruro - Cochabamba". Esta decisión fue justificada como una respuesta a lo que Arce describió como un "clamor popular" que exige restablecer la normalidad tras los bloqueos que afectan gravemente la economía.

Evo Morales, por su parte, se distanció de los hechos y negó haber convocado los bloqueos, aunque afirmó que las movilizaciones son "imparables". Hizo un llamado al gobierno para que atienda las demandas de la población.

Los grupos movilizados, que son parte del sector más radical aliado a Morales, exigen su habilitación como candidato para las elecciones de 2025, así como la renuncia del presidente Arce. Mientras tanto, numerosos vecinos, cansados de estar aislados, decidieron unirse al operativo de desbloqueo organizado por las fuerzas del orden. Relatos de residentes de la zona indicaron: "Estamos atrapados desde hace más de una semana. No hay comida, no hay transporte, no hay trabajo. No queremos más violencia".

El impacto de los bloqueos se ha extendido más allá de Potosí, afectando a departamentos como Oruro y Cochabamba, lo que ha generado interrupciones en el tránsito terrestre y alarmas por posibles desabastecimientos.

Finalmente, la Confederación de Transportistas y diferentes gremios comerciales han advertido sobre la inminente escasez de alimentos, combustibles y productos esenciales, dadas las dificultades en la circulación provocadas por los bloqueos.